Enfundado en una camiseta con el logotipo de un colegio extranjero, un adolescente –de escasos 14 años– enseña en un video cómo fabricar una bomba ácida.
“Para la estupidez de hoy necesitamos (...)”, explica mientras manipula, sin guantes, una botella con un ácido.
Sonríe mientras expresa que un error podría hacer que el recipiente explote, y no exagera.
Segundos después, la botella con los químicos desaparece tras un estallido. El experimento es celebrado con carcajadas.
Como esa, decenas de páginas de Internet muestran cómo construir un peligroso arsenal: bombas de cloro y hielo seco, granadas de humo, bazucas y morteros artesanales, ballestas y lanzallamas caseros, pistolas de gas o munición, cañones de pólvora comprimida...
Algunos de estos modelos ya han aparecido en el país y encendieron la alarma pues fueron detectadas en manos de estudiantes, según reconoció la encargada de la Oficina de Niñez y Adolescencia del Ministerio de Educación Pública, Rocío Solís.
En la revuelta del 13 de mayo pasado, en las afueras del liceo José Joaquín Vargas Calvo (Montes de Oca), colegiales lanzaron bombas caseras de reacción química (mezcla de un ácido con un metal) a los pies del comandante de policía Erick Calderón.
Las instrucciones de fabricación salieron de una frecuentada página de Internet.
Solís contó que las autoridades ministeriales también han decomisado armas de fabricación artesanal cuyos planos se ofrecen en la Red.
Así ocurrió en mayo del 2008, cuando un estudiante de 16 años construyó un rifle del calibre 22 con información extraída de Internet. La elaboró en el taller de un colegio limonense.
“Hay sitios en Internet que dicen cómo fabricar este tipo de cosas a partir de objetos que cualquier persona puede conseguir. Hemos decomisado armas hechas con partes de bicicleta”, puntualizó Solís.
Los “instructores” en la construcción de bombas tienen sus formas de promoverse.
“De los creadores del éxito
Otro sostiene que su bomba es “divertida y controlable”, aunque advierte que “a una escala mayor podría llegar a matarlos”.
Un tercero acompaña el video con una leyenda: “Este video les enseña a hacer una sencilla pero peligrosa bomba. Tengan mucho cuidado; tiene feas consecuencias”.
“Durante el proceso de fabricación existen riesgos. Los ácidos utilizados son sumamente corrosivos y reaccionan con el agua.
”Al contacto con la piel, la puede carcomer. Además, con cierto tipo de metales, los ácidos generan hidrógeno, que es sumamente explosivo. He notado que también utilizan nitratos, que son muy tóxicos y cancerígenos”, agregó Morales.
Otros pueden afectar el sistema respiratorio y el sistema nervioso.
“Son capaces de producir reacciones violentas. Estos muchachos no consideran el peligro”, puntualizó Morales.
Él considera que los jóvenes no tienen una verdadera noción de los productos que manipulan para construir artefactos explosivos. En las bombas del liceo Vargas Calvo se usó ácido para la limpieza de la pega de cerámicas.