El Tribunal de Apelación de Goicoechea anuló una sentencia que absolvió al arzobispo emérito de San José, Hugo Barrantes, de los delitos de calumnias y difamación y ordenó un nuevo debate.
Esa instancia tomó la decisión el 13 de julio, al resolver un recurso interpuesto por el abogado José Joaquín Ureña, representante de dos religiosos que demandaron a Barrantes.
Los querellantes aseguraron que monseñor los ofendió al llamarlos “falsos profetas” en un comunicado emitido a las iglesias católicas y reproducido por la prensa.
En la sentencia de apelación, el Tribunal concluyó que el primer fallo “carece de fundamentación”, pues no se especificaron los hechos que se tuvieron por demostrados.
“De la simple lectura del relato de los hechos demostrados, no se conocen las situaciones históricas en las que se vio envuelto el querellado Barrantes, que involucran la emisión del comunicado, su efecto sobre los medios de prensa y sobre el honor de los querellantes”, indicó el tribunal de alzada.
Añadió que el fallo ni siquiera reproducía el comunicado emitido por Barrantes y, que, además, “no consta si se configuraron, en forma dolosa, los delitos”.
La resolución de segunda instancia es de las juzgadoras Hannia Soto, Laura Murillo y Marianela Corrales.
Alegatos. La absolutoria a Barrantes se había dictado el pasado 24 de abril, en el Tribunal Penal de San José.
Los hechos que se juzgaron se dieron en el 2011, cuando el obispo alertó a los feligreses sobre falsos profetas que pedían dinero en nombre de la parroquia de Cinco Esquinas de Tibás.
La querella indicó que Barrantes se refería a Víctor Mora Jiménez y Rándall Murillo Barrios, quienes son sacerdotes de la llamada Iglesia Católica Ecuménica de Cristo y Exaltación de la Cruz, la cual es independiente de la católica romana.
Ellos pusieron la demanda por sentirse afectados en su honor.