Un albañil de 24 años fue condenado a 20 años de prisión, luego de que en un proceso abreviado admitió haber asesinado al ganadero Adrián Solano Soto, de 74 años, hecho cometido la noche del 31 de diciembre del 2013 en La Tejona de Santa Rosa de Tilarán, Guanacaste.
La sentencia se emitió el pasado miércoles 30 de noviembre en el Tribunal de Juicio de Cañas, Guanacaste, confirmó el Fiscal Adjunto de Liberia, Ricardo Quirós Vargas. La decisión se adoptó poco antes de que diera inició el juicio en el cual se iba a juzgar el hecho.
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El sentenciado es José Abel Sosa, de origen nicaragüense, y quien durante algún tiempo se había desempeñado como trabajador ocasional en la finca propiedad de Solano.
Olga Solano Campos, hija del fallecido, dijo sentirse conforme con la sentencia.
"Fue condenado a 20 años, pero la cantidad de años no tiene importancia, lo más importante es que se hizo justicia. El daño es irreparable, pueden ser 100 años que nos no va a quitar el dolor que nos provocó esta situación. Lo más importante es que el caso no hay quedado impune. Eso gracias a la gran labor del OIJ de Cañas y al fiscal Ricardo Quirós", manifestó.
Antecedente
Adrián Solano fue asesinado en su casa en la Tejona, comunidad en la cual había vivido siempre y donde se dedicaba a la cría de ganado y producción de leche.
La muerte violenta del finquero fue descubierta por su hijo Rónald Solano, el 1.° de enero del 2014, cuando se dirigía a la lechería a ordeñar y le llamó la atención ver entreabierta la puerta principal de la vivienda de su progenitor, quien tenía años de vivir solo en el lugar.
Al entrar se encontró con que en la vivienda había un gran desorden, algunos ventanales rotos así como indicios de que las puertas habían sido forzadas. El ganadero presentaba un balazo en la cabeza y otras lesiones.
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Los familiares determinaron que en la casa faltaba una pantalla de televisión, así como dos armas de fuego, un revólver y un rifle que eran viejos pero que servían.
Aunque había mucho desorden, los hijos del ganadero, determinaron que el homicida no se apoderó de dinero, pues Adrián Solano, nunca guardaba efectivo en la casa. Con esos indicios, agentes del OIJ de Cañas determinaron que el móvil del asesinato fue el robo.
La investigación se complicó por la falta de testigos, pero en noviembre del 2015, la Policía Judicial recibió informes confidenciales que llevaron a los agentes a determinar que el responsable del crimen era el hijo de un peón que tenía varios años de trabajar en la finca. Incluso, el informante detalló que el homicida había trabajado de manera exporádica en la propiedad y conocía los movimientos en la finca.
Sosa fue detenido el 2 de diciembre del 2015 mientras estaba hospedado en un hotel en la Fortuna de San Carlos. En ese momento laboraba como albañil en una construcción, pero había renunciado a ese trabajo la tarde del 1.° de diciembre con la intención, aparente, de regresar a Nicaragua.
Los objetos robados no pudieron ser localizados. Empero, el OIJ y la Fiscalía tenían la huella de un zapato que coincidía en tamaño y estilo a unos decomisados a Sosa. Asimismo, la policía contaba con bastantes huellas dactilares rcogidas en la escena del crimen y que coincidieron con las del albañil.
Las autoridades igualmente determinaron que Sosa actuó solo.