Joselyn Vargas Arias, hija de una paciente que murió tras recibir una inyección en el Hospital San Juan de Dios, confirmó que su madre nunca mencionó que deseara morir.
La declaración la brindó este martes al reanudarse un debate en el Tribunal de Juicio de San José, donde se juzga a la asistente de enfermería Ángela Barrantes como sospechosa de matar con una inyección de cloruro de potasio a la paciente Lilliam Arias, quien padecía de diabetes.
Joselyn Vargas ante preguntas de la fiscala Laura Hernández dijo: "Nunca jamás, ella nunca manifestó que desea morir. Ella era muy creyente en Dios y decía que así como Él daba la vida, era el único que podía quitarla".
La testigo también mencionó que Ángela Barrantes nunca visitaba a su madre ni le brindó ningún tipo de atención médica. Precisó que simplemente era una vecina.
El juicio por la muerte de esta paciente inició ayer lunes y seguirá hasta finales de diciembre.
La muerte de Lilliam Arias se produjo el 7 de agosto del 2012 mientras ella se encontraba internada en el salón Lara del hospital San Juan de Dios. Barrantes ingregó ese día hasta donde estaba la paciente y presuntamente le inyectó el cloruro de potasio que le provocó la muerte casi en forma inmediata.