La Sala Tercera confirmó la condena de cinco años de prisión para dos custodios que, el 4 de abril del 2009, intentaron matar a dos fotógrafos que pretendían captar la boda de la modelo brasileña Gisele Bündchen con el jugador de fútbol americano Tom Brady.
Los sentenciados, Miguel Solís Méndez (costarricense) y Alexánder Rivas Barahona (colombiano), formaban parte del equipo de seguridad de la finca propiedad de la modelo, localizada en Santa Teresa de Cóbano, sitio donde se celebraba el matrimonio.
Los magistrados ratificaron la pena en una resolución tomada el pasado 29 de setiembre, según consta en el voto 1042- 2016. Los altos jueces rechazaron los recursos de casación presentados por los dos implicados.
De esta manera, el expediente regresa al Tribunal de Puntarenas, para que se ejecute lo dispuesto en sentencia.
Gloria Navas Montero, abogada de Solís Méndez, manifestó que, para intentar atrasar el ingreso de su representado a prisión, planteó un recurso de adición y aclaración, que todavía no ha sido resuelto.
“En principio tiene que ir a descontar, salvo que don Miguel, por ser primario, con una buena conducta, un problema serio de salud, un hijo en condición especial... Muchas situaciones podrían hacerlo elegible para darle casa por cárcel. También podría ser escogido si se logran traer los dispositivos electrónicos ”, añadió Navas.
En tanto, Salvador Calderón Alvarado, abogado de Rivas Barahona, dijo que hace unos meses dejó de representarlo legalmente y desconoce dónde se encuentra. Rivas no registra salidas del país, confirmó la Dirección General de Migración y Extranjería.
Mucho tiempo. Víctor Herrera Flores, representante legal de las víctimas –los fotógrafos Yuri Cortéz, de origen salvadoreño, de la agencia AFP y el costarricense Rolando Avilés Rodríguez–, dijo que el proceso se ha venido postergando por mucho tiempo. "La parte penal ya quedó en firme y la parte civil estaba ahí, porque dependía de la penal", explicó.
En este juicio se condenó a los dos guardaespaldas al pago, en forma solidaria, de ¢10 millones a cada uno de los fotógrafos, por concepto de daño moral. También se dio la posibilidad de reclamar, en ejecución de sentencia, el pago de daño material.
Víctor Herrera dijo que será hasta la próxima semana cuando se reúna con los perjudicados a decidir si continúan el proceso.
El fotógrafo Rolando Avilés dijo que salir con vida del ataque le ayudó. “Primero, porque me acerqué más a Dios y mi familia y siento perdón en mi corazón”.
En tanto, Yuri Cortéz, quien actualmente reside en México, como jefe de fotografía de AFP, se mostró complacido porque la condena quedó en firme. “Es una historia muy larga, pero al fin se está completando un ciclo” , manifestó.
Agresión. Durante el juicio, se había comprobado que los fotógrafos estaban en un predio captando la boda de Gisele Bündchen y Tom Brady, cuando fueron sorprendidos por los vigilantes.
Debido a que los fotógrafos se negaron a entregar las tarjetas de memoria con las fotos y se subieron al carro para retirarse, uno de los vigilantes disparó.
La bala quebró el parabrisas trasero del vehículo.
Para los jueces, los vigilantes son responsables del delito de intento de homicidio.