El Ministerio Público acusó ayer a Marco Antonio Zamora Solórzano, alias el Indio, de presuntamente liderar la colocación de drogas en el mercado local.
Así lo afirmó el fiscal Julio Badilla Calderón al explicar que Zamora adquiría la cocaína en pequeñas cantidades (de 1 hasta 100 kilos) de diferentes proveedores para venderla al menudeo.
Precisó que esa “organización criminal mantenía el dominio” en lugares como Los Guido, San Juan de Dios, Calle Fallas, Paso Ancho, Cristo Rey y Pavas y que si ese control peligraba, “eliminaba a la potencial competencia”.
Badilla resaltó que solo con un puesto de venta que esta banda abrió en Cristo Rey, “sacarían un provecho económico de ¢2,5 millones mensuales”.
La explicación fue parte de la acusación que leyó el fiscal en un juicio que se sigue contra Zamora y otras 13 personas, a quienes se imputa por delitos como tráfico de drogas, asociación ilícita, legitimación de capitales y de dos homicidios calificados.
Los otros acusados son José Francisco Zamora Solórzano; Jair Mondragón Riascos; José Luis Alvarado Novo; Geovannie Badila Badilla; Silvia Martínez Jiménez; Pamela Crespi Guzmán, Steve Hall Ramos; Moisés Medina Brenes; Erick Villalobos Sandoval; Esteban Mena Quesada; Jason Jiménez Fernández; Mauricio Chang Cordero y Eduardo Lizano Agüero.
El debate está a cargo del Tribunal de Juicio de Pavas pero por razones de seguridad se realiza en los Tribunales de San José.
Otras implicaciones. El fiscal Julio Badilla indicó que la organización de Zamora contactó a personas supuestamente relacionadas al tráfico de drogas en otros países para enviar importantes cargamentos, vía terrestre, desde aquí hasta El Salvador y Guatemala.
Citó que entre el 8 de noviembre al 1 de diciembre del 2011 se hizo un envió de cocaína a El Salvador, pero no precisó que cantidad. Luego dijo que en los primeros días de febrero del 2012 enviaron 14 kilos a Guatemala y entre el 15 al 28 de ese mismo mes, mandaron entre 20 a 25 kilos.
Badilla además describió como Marco Zamora logró legitimar $80.000 al introducirlos al Banco Nacional de Costa Rica, luego retiró el dinero y lo volvió a depositar en una empresa cooperativa.
Finalmente, en la acusación del Ministerio Público se atribuyó a Marco Zamora y varios de sus colaboradores ser los presuntos responsables de ordenar, planear y ejecutar dos asesinatos: el de Guillermo Andrés Soto Paniagua, ocurrido el 20 de junio de 2011 en Pavas, así como el de Luis Amarildo Barboza Lamos, perpetrado el 22 de octubre de 2011 en San José.
Cuando finalizó la lectura de la acusación, el defensor de Zamora, Rafael Gairaud, dijo que el fiscal se basó en interpretaciones erróneas. Además, que relató supuestos eventos sin que los mismos hayan sido corroborados.
“La acusación tiene graves defectos demostrativos. Es una cosa especulativa, suposiciones. Tengo mis dudas de que el Ministerio Público pueda probar los hechos”, concluyó el abogado. El juicio sigue el próximo jueves.