El exarzobispo de San José, monseñor Hugo Barrantes, afrontará un juicio por los delitos de calumnias y difamación programado para los días 20 y 24 de abril del próximo año.
También está denunciado el cura Denis de la Cruz.
El debate se llevará a cabo en el Tribunal Penal de San José, confirmó la oficina de prensa del Poder Judicial.
La demanda fue presentada por Randall Murillo Barrios y Víctor Mora Jiménez, a quienes, según la querella, los dos acusados señalaron por hacerse pasar por sacerdotes y de ser “falsos profetas”.
El documento indica que las declaraciones se hicieron en el 2011, en comunicados dirigidos a los templos católicos y luego divulgados en la prensa.
Según los dos denunciantes, ellos sí tienen la investidura de sacerdotes, otorgada por las corrientes católicas en Argentina denominadas Católica Ecuménica de Cristo y Exaltación de la Cruz. A diferencia de la Iglesia regida desde el Vaticano, estas son católicas, pero no romanas, y por tanto, independientes.
Además, tanto Murillo como Mora alegan ser parte de la congregación Franciscanos Misioneros No Romanos del Padre Pío de Derecho Arquidiocesano.
Ellos son representados por el abogado José Joaquín Ureña.
Ayer La Nación intentó conocer la posición de la Arquidiócesis de San José sobre este asunto; sin embargo, las consultas fueron remitidas al abogado José Rafael Fernández, quien aseguró que no se cometió ningún delito.
Dijo no poder comentar los argumentos de la defensa debido a que el juicio está pendiente.
Queja. La querella detalla que, en el 2011, Murillo y Mora alquilaron una casa en Cinco Esquinas de Tibás, donde desarrollaban una obra evangelizadora y social con el apoyo de adeptos.
En noviembre de ese año, el párroco de la localidad, Denis de la Cruz, emitió un comunicado para advertir “de estos engaños”.
Supuestamente, con base en las manifestaciones de De la Cruz y sin “haber corroborado la situación”, monseñor Barrantes distribuyó a los templos del país una nota el 18 de noviembre de ese mismo año, mediante la Conferencia Episcopal de Costa Rica.
En el texto, advertía a los creyentes católicos de que “falsos profetas buscan lucrar a nombre de la Iglesia”, según se lee en la querella; el texto luego menciona los nombres de Murillo y Mora. La demanda resalta que varios medios de comunicación después reprodujeron la información y tacharon a los denunciantes de estafadores.
Reproche. Ayer, Mora explicó que en el mundo no solo existe una sola Iglesia católica.
“Somos sacerdotes dentro de nuestra iglesia a nivel mundial, con una sucesión válida. Lastimosamente, la Iglesia romana no respeta las sucesiones de otras iglesias”, manifestó Mora, quien se hace llamar “padre Víctor”.
El religioso expresó que no se les puede cuestionar por usar títulos similares a los católicos o un hábito de franciscano, en razón de que no se trata de marcas registradas.
Aseguró que las acusaciones en su contra causaron una disminución de adeptos, así como afectaciones a su honor, a su salud física y a su estado emocional.