El Juzgado Penal de San José decidió mantener en el puesto a dos policías de la Fuerza Pública denunciados por asaltar a un extranjero, a quien golpearon para robarle la cédula de residencia y ¢100.000 el 17 de abril.
Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detuvieron el jueves en la mañana a los dos policías, de apellidos Fuentes (27 años) y Camacho (38), mientras se encontraban laborando en la delegación del distrito Hospital, en San José.
Según informó el Juzgado a través de la oficina de prensa del Poder Judicial, a ellos no se les separó de sus funciones porque el delito de robo lo puede cometer cualquier persona y no se realizó como parte de las funciones de los oficiales.
El denunciante sostiene que los policías lo obligaron a subir a una patrulla cerca de la iglesia de La Merced (San José), con el argumento de que debían revisar sus documentos en la delegación.
Luego, agregó, lo llevaron a barrio Cuba, San José, lo asaltaron y lo dejaron abandonado en un lugar solitario, cerca de la Clínica Moreno Cañas.
A pesar de que la Fiscalía ordenó al OIJ ejecutar la detención de los oficiales, no pidió prisión preventiva contra los sospechosos, pero sí separarlos del cargo.
En un comunicado, el Ministerio Público señaló que existe prueba suficiente para vincularlos con el robo, pero no informó de cuáles son esas evidencias.
Por su parte, el juez ordenó a los policías firmar cada 15 días, no acercarse o molestar a la víctima o testigos. También pidió que este caso se comunique a la Inspección Policial de la Fuerza Pública para que lo investigue.
Celso Gamboa, viceministro de Seguridad, apuntó que los dos agentes fueron enviados a vacaciones, mientras el proceso disciplinario sigue su curso para determinar qué harán con los policías.
Además, apuntó que agilizarán la resolución de los dos procesos disciplinarios que se le siguen al oficial de apellido Camacho por abandono de labores y por conducta abusiva contra un particular.
Ese oficial tiene 13 años de laborar en la Fuerza Pública. Los dos casos suyos se produjeron en el 2010 y, tras concluirse la investigación, todavía se encuentra, sin resolver en el Departamento Disciplinario Legal. En el caso de Fuentes, quien trabaja desde junio del 2010, no tiene antecedentes disciplinarios.