El juez de extradición Edmundo Baltodano (de San Ramón) concedió ayer la libertad al exguerrillero del M-19 colombiano Libardo Parra Vargas, aunque lo dejó en manos de Migración y Extranjería.
El extranjero cumplió en diciembre (con descuento) una condena de seis años y ocho meses por legitimación de capitales. El 15 de marzo del 2006, las autoridades lo sorprendieron en la carretera a Escazú. En esa ocasión le decomisaron $1,5 millones, dos vehículos y un terreno en San Ramón.
Colombia sentenció a Parra en ausencia a 24 años de cárcel por una serie de secuestros, confirmó anoche el viceministro de Gobernación, Mario Zamora.
“Costa Rica accedió a la extradición, pero la condicionó a que se repita el juicio pues aquí no es posible condenar en ausencia. En las últimas horas, Colombia confirmó que no está en posibilidad de anular el juicio”, explicó Zamora.
Deportación. Desde el 2007 está dictada una orden de deportación. Zamora confirmó que esta se mantiene vigente. Anoche, la Policía de Migración, con la Unidad Especial de Intervención (cuerpo élite de la DIS), se desplazó para recogerlo en La Reforma, en San Rafael de Alajuela.
Por la “alta peligrosidad (Parra siempre estuvo en máxima seguridad)”, el Viceministro anunció que serán muy reservados en los trámites de deportación.
El abogado de Parra –de apellido Salazar– se apersonó a Migración y presentó una serie de solicitudes legales. “Esas acciones están siendo valoradas”, puntualizó Zamora. Parra es considerado uno de los hombres más peligrosos que ha pasado por nuestras cárceles.