El tesorero del Banco Nacional de Cóbano narró cómo se enteró por primera vez del faltante de ¢375 millones aquel lunes 21 de enero del 2013 cuando abrió la caja fuerte del banco, hacia las 12:30 p. m., y el dinero que había dentro del cofre no coincidió con el saldo que, según el sistema, debía existir.
Miguel Carrillo relató ante el Tribunal Penal de Hacienda que él estuvo incapacitado y de vacaciones las dos semanas previas a ese día y se incorporó ese lunes a sus labores. Según dijo, a él le correspondía abrir la caja fuerte para repartir el dinero a los cajeros antes de abrir la agencia a la 1 p. m.
“ Abrí la oficina, los empleados ingresaron. La persona que tenía que desbloquear el dial (la clave mecánica de la caja fuerte) lo hizo, no recuerdo quién fue. Después yo procedí a abrirla (con otra clave digital) para poder sacar el dinero.
” Volví a cerrarla y le pregunté a los compañeros si sabían algo del dinero. Yo no sabía nada. Después sigo preguntando a los compañeros si sabían algo. Llamé a Juan Carlos (Quesada, el gerente de ese momento) y no contestaba el teléfono, entonces, a los 5 o 15 minutos fui solo a ver el video de seguridad en el dispositivo donde está el grabador central en el cuarto de cómputo", explicó.
Ese video, precisamente, fue rechazado por los jueces ayer porque la Fiscalía no lo presentó a tiempo. Sin embargo, Carrillo describió esta mañana lo que él pudo observar.
” Cuando ingreso a ver el video, busqué la hora en que pudo haberse hecho el último cierre (de la caja fuerte). Noto que Juan Carlos (Quesada) estaba con el dinero en el mostrador en el cubículo (de la Tesorería), contándolo, acomodándolo como lo normal de todos los días. Después de eso, él sigue contando y veo que los compañeros van saliendo de la oficina porque terminaron.
” Sigo viendo el video para ver en qué momento se cierra la bóveda, veo que él (Quesada) pasa con un palo de escoba y golpea una de las cámaras de la bóveda, pero esta sigue grabando. Después no se ve que el dinero ingrese otra vez al cofre de seguridad. De un pronto a otro no recuerdo por qué, pero, cuando vi el video, el dinero que estaba en mi cubículo, ya no estaba en el mostrador, él se agachaba debajo del mostrador. Yo estaba muy nervioso por lo que había visto con la escoba y cuando presentaron el resto no recuerdo haberlo visto”, expresó.
Posteriormente, Carrillo sostuvo que únicamente vio en el video a Quesada salir de la oficina con un sobre amarillo. Al ver todo eso, el tesorero llamó al supervisor regional de seguridad, Gilberth Marchena, para contarle lo que había pasado y lo que observó en los videos. Los superiores le pidieron que cerrara la agencia bancaria y que pronto llegaría la Policía.
La declaración del tesorero aún está en desarrollo en el Tribunal Penal de Hacienda.