Un joven acusado de matar a una pareja de novios adolescentes fue víctima de bullying cuando estaba en la escuela, según declaró ayer en el juicio una agente del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), de apellido Gónzalez.
En el debate, que se lleva a cabo en el Tribunal Penal de Cartago, la investigadora se expuso los hallazgos encontrados durante la investigación del caso.
La funcionaria indicó que el imputado, de apellido Ramírez, era objeto de burla por parte de sus compañeros de primaria por ser el más alto. Incluso, contó que el entonces niño se negó a ir al acto de graduación.
A Ramírez, quien actualmente tiene 21 años, se le achacan las muertes de los adolescentes Valeria Cortés Solano, de 15 años, y Sebastián Condorí Guerrero, de 16, asesinados el 13 de enero en una finca de Calle Mero, en Paraíso de Cartago.
Los jóvenes salieron ese día de la casa de Cortés para tomar unas fotografías, pero nunca regresaron. Sus cuerpos aparecieron un día después, semidesnudos y con heridas de bala y de puñal.
El móvil. La Policía tiene la hipótesis de que el sospechoso asesinó a los muchachos para robarles una cámara fotográfica.
Precisamente, la agente judicial dijo ayer que una cámara decomisada en la vivienda del sospechoso pertenecía a una de las víctimas.
La oficial dio su testimonio durante tres horas, tiempo durante el cual dijo que, de acuerdo con la investigación realizada, antes del doble homicidio, se dieron otros asaltos en la misma zona.
De acuerdo con la pesquisa, entre las víctimas de tales robos hubo una pareja que contó que los maleantes los habían obligado a quitarse la ropa. La descripción hecha por los afectados sobre uno de los agresores coincidió con el perfil de Ramírez, según la oficial.
Aunque las autoridades tienen elementos para creer que Ramírez actuaba en compañía de otros sujetos, hasta el momento no hay otros imputados.
Hoy se podrían dar las conclusiones, tanto de la Fiscalía como de la defensa del sospechoso.
Versión. El día en que fueron encontrados los cadáveres de los muchachos, Ramírez se presentó ante el OIJ para entregarse.
Sin embargo, este lunes, durante el primer día del debate, el acusado afirmó ante los jueces que es inocente. El imputado alegó que fue a la Policía Judicial porque existían rumores de que él era el responsable. Además, aseguró que él había comprado la cámara que fue encontrada en su casa.
No obstante, tal versión fue contradicha por un amigo de Ramírez, quien declaró que este le confesó haber cometido el doble crimen.