Era noviembre del 2006. Kattia Obaldía Chavarría cumpliría el sueño de casarse. Ella tenía encargado el queque y listos el vestido, los arreglos florales, el anillo y los centros de mesa. Los invitados ya estaban confirmados.
La boda sería en una semana y entonces acudió al Registro Civil a solicitar su certificado de soltería y el de su novio. La funcionaria que la atendió en la ventanilla le preguntó para qué requería el documento. “Lo necesito para casarme”, respondió. “¿Para casarse?, pero usted ya está casada”, dijo la funcionaria.
“Usted está confundida; está hablando de mi hermana mayor, que está casada. Yo soy Kattia Obaldía”, contestó la joven, quien ahora tiene 27 años.
Sin embargo, la funcionaria tenía razón. Desde el 24 de julio del 2006, Obaldía aparece casada con un cubano, de apellido Martínez, a quien a la fecha no conoce, y quien nunca ha ingresado a Costa Rica, según Migración.
“Me empezó a temblar el cuerpo, me ponía de pie y me sentaba repetidas veces, gritaba que eso no era cierto. Entré en una histeria y tuvieron que tranquilizarme hasta que un oficial del Registro Civil me explicó todo...”, contó Obaldía.
Ella es parte de un grupo de ocho hombres y 23 mujeres que fueron casados, sin saberlo, en el 2006. Esos matrimonios aparecieron en el protocolo de la notaria Kattia Salas Guevara.
En enero del 2012, el Tribunal Penal de San José halló culpable a Salas de cometer 31 delitos de falsedad ideológica y fijó la pena en 186 años de prisión, readecuados a 18 años.
Sin embargo, en agosto del 2012, el Tribunal de Apelaciones de Goicoechea ordenó su libertad, tras señalar que en la sentencia condenatoria hubo errores que ameritaban realizar un nuevo juicio.
El nuevo debate se realizará entre agosto y octubre del 2014, según confirmó la oficina de prensa del Poder Judicial.
Kattia Obaldía no se pudo casar y la relación con su novio de ese momento terminó. “Tratamos de luchar hasta que nos cansamos; tuvimos muchos problemas en la relación a raíz de eso”.
Actualmente, tiene otra relación, pero tampoco puede casarse, y dijo que “juntarse” con él no es una opción en su vida.
“Usted no sabe cuánto daría yo por firmar el papel y casarme con la persona que yo decidí, pero siento que agarraron mi mano, me casaron y me usaron como cualquier cosa. Tengo la fe de que algún día lo voy a hacer”, expresó la mujer.
Obaldía asegura que existen otras víctimas de estos matrimonios “de papel” que no han podido asegurar a sus hijos o pedir pensión alimentaria porque aparecen inscritos con los apellidos de extranjeros que no conocen.
Ayuda. El 2 de agosto, durante una misa celebrada en Cartago en honor a la Virgen de los Ángeles, los presidentes de los tres poderes de la República “consagraron” sus instituciones y pidieron perdón por las “transgresiones” de lo que ha ocurrido en el pasado.
“A mí eso me inspiró a escribirles una carta abierta, a través de La Nación , y pedirles que hicieran algo. Ya no sabemos a quién acudir. Necesitamos la mano de alguien, de Laura Chinchilla, de Zarella Villanueva, de Luis Fernando Mendoza, para que se enteren de lo terrible que es esto. Es un grito desesperado para que hagan algo”, dijo.
La Fiscalía informó ayer de que contra la notaria Kattia Salas existe otra investigación en curso por 26 personas que también denunciaron matrimonios falsos.