El Ministerio de Educación Pública (MEP) ordenó, a inicios de julio, elaborar un informe detallado sobre la cantidad de accidentes en los centros educativos.
La necesidad de tener información exacta surgió luego de que, el pasado 29 de junio, un colegial de 14 años, del Liceo de Nicoya, en Guanacaste, perdió la vida cuando el marco de una cancha de fútbol cinco lo golpeó en la cabeza.
El departamento de prensa del MEP informó de que la investigación busca identificar qué tipo de percances sufren los estudiantes dentro de los centros, cuántos ocurren en zona urbana y cuántos en área rural, y quiénes son las víctimas más frecuentes (de preescolar, primaria o secundaria).
El Ministerio de Educación no cuenta con una póliza colectiva contra accidentes y ahora solo la exige para quienes cursan carreras técnicas.
Sin embargo, el MEP detalló que muchos centros educativos, de manera independiente, piden a los estudiantes tomar un seguro contra accidentes y se comunicó que incluso, en algunos casos, las juntas de educación se encargan de pagar tales pólizas.
La información reseñó que el seguro más usado es un contrato con el Instituto Nacional de Seguros (INS) que, por un único pago de ¢5.500, tiene una cobertura de ¢500.000 en caso de muerte del estudiante. La protección está vigente durante el curso lectivo y cubre al alumno tanto dentro como fuera del centro educativo.