Para Luis Guillermo Rivas, nuevo presidente de la Sala I de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), el principal reto que tiene esa instancia está en poder agilizar las sentencias pero manteniendo su calidad.
El pasado lunes 20 de enero, el magistrado de 63 años fue nombrado como presidente de la Sala I, tras haber ocupado el puesto de forma temporal e interina.
Rivas comentó que ha sostenido conversaciones con el resto de los miembros de la Sala para discutir las medidas que deberán implementarse con el fin de lograr los objetivos que se ha trazado.
“Nos hemos reunido para ver cómo tratamos de hacer una sentencia que considere todos los aspectos, pero que se logren resolver de forma muy concreta”, manifestó el nuevo jerarca judicial.
El juez asumió el lugar de la ex magistrada Anabelle León Feoli, quien se acogió a su jubilación en diciembre del año anterior.
Tareas pendientes. Rivas indicó que dará continuidad al planteamiento de León sobre mejorar el desempeño de los magistrados que conforma la Sala I.
Dentro de esos planes figura coordinar con las diferentes comisiones de la Sala Primera para conocer sus necesidades y optimizar las labores a lo interno de cada una de esas unidades de trabajo.
Esta Sala conoce apelaciones en las materias agraria, arbitral, civil, contencioso administrativo, tributaria y de notariado.
Rivas es un abogado y notario que cuenta con dos maestrías, una en administración de empresas y otra en derecho empresarial.
Desde 1999 fue electo magistrado de la Sala Primera, cargo que ha ocupado hasta la fecha.
Plan. Entre sus tareas a futuro, Rivas destacó el impulso que quiere dar a dos proyectos de ley que se encuentran estancados en la Asamblea Legislativa pues, a su criterio, podrían mejorar el desempeño la Sala I y agilizar los casos que están pendientes de sentencia.
El primero es un plan que pretende reducir el tiempo de los juicios civiles, los cuales pueden tardar hasta 15 años en ser resueltos y en los que tramitan desde disputas por bienes de difuntos, hasta daños por un choque o incumplimiento de contratos.
La otra iniciativa busca modificar el proceso en los casos agrarios. Según Rivas, la idea es que los usuarios puedan acudir a otra instancia de revisión con menos formalidad.
“El recurso de casación a veces es muy formal. El proyecto busca que los procesos se desformalicen, pero debemos hacerlo con cuidado, dentro del rigor que debe tener un recurso de casación”, explicó.