Un pleito que se originó el domingo pasado entre dos hombres culminó anoche con la muerte de uno de ellos de un balazo en la cabeza.
El homicidio se registró a las 6:10 p. m. en una calle del barrio Metrópolis II de Pavas, San José, por la que circulaba poca gente.
La víctima fue German Manuel Ballestero, de 35 años, conocido como Manu, quien fue atacado por un individuo que habita en la misma comunidad.
El subdirector de la Fuerza Pública de San José, Juan Carlos Arias, afirmó que la riña se originó por rencillas entre dos personas.
Tras efectuar el disparo, el sospechoso, de nacionalidad nicaragüense, se refugió en la casa que alquila desde hace un mes.
“Una de las personas involucradas se mantiene detenida. Parece que hubo un enfrentamiento donde mediaron armas de fuego. Se logró el decomiso de una escopeta 12 en el sitio”, comentó Arias.
Ballestero fue atacado en el momento en que, al parecer, llegaba a su casa, tras efectuar algunas diligencias en las cercanías.
Al sitio se presentó una unidad paramédica de la Cruz Roja, quien confirmó el deceso del hombre, de quien no trascendió su oficio.
Según lugareños que solicitaron no publicar su nombre, los problemas entre ambos hombres se originaron el domingo anterior, luego de que los hijos de ambos pelearon, por lo que ambos padres se juraron venganza.
Arias confirmó que Ballestero contaba con antecedentes policiales, aunque no especificó de qué tipo ni en qué tiempo.
Buscaron venganza. Al trascender que Ballestero había fallecido, conocidos de este llegaron hasta la casa del sospechoso, pero solo estaban su esposa y dos hijos. A la mujer la golpearon y amenazaron, por lo que se reforzó la vigilancia policial con al menos 50 oficiales del Grupo de Apoyo Operacional.
También llegaron agentes de la Sección de Homicidios del OIJ, así como los de Recolección de Indicios, quienes emplearon equipo especial para buscar el casquillo del proyectil disparado.
Minutos antes del levantamiento del cuerpo, la esposa del detenido fue sacada junto con sus dos hijos de la zona, con algunas pertenencias básicas, pues la Policía consideró que su vida y la de sus descendientes corría peligro.