El 21 de agosto de 2012, a eso de de las 8 a. m., la médico forense Marisel Fernández fue llamada para atender un caso en el que había fallecido una mujer.
En ese entonces, ella se desempeñaba como la encargada de la sección de Patología del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Cuando ingresó la alerta, le indicaron que podría tratarse de un asalto, un caso de violencia doméstica o un suicidio.
Con esa información, Fernández se dirigió al consultorio del médico José Alonso Saavedra Zamora, ubicado en el centro de Heredia, donde se habían reportado los hechos.
Al llegar a la escena, la forense observó las paredes y el piso con rastros de sangre, cabellos esparcidos y un papel doblado y manchado con sangre, el cual tenía el resultado de una prueba de embarazo con resultado positivo.
Además, encontró un cuerpo boca arriba, tirado en el suelo. Ese cadáver era el de María Lourdes Dávila Moreno, de 26 años, quien estaba embarazada.
“Ella (Dávila) tenía los ojos terriblemente morados, prácticamente toda la cara la tenía golpeada, le faltaba un diente, que de hecho se encontró ahí”, relató Fernández la mañana de este viernes, durante el juicio por el homicidio de Dávila que se desarrolla en el Tribunal Penal de Heredia. El acusado es Saavedra.
Al declarar ante los jueces, la especialista afirmó que la víctima fue asesinada a golpes y descartó que se suicidara, como ha planteado la defensa.
De hecho, aseguró que tanto en las paredes como en el piso del consultorio, se detectaron puntos donde la mujer habría sido golpeada en la cabeza.
La patóloga desacreditó el argumento de la defensa, pese a que la joven fallecida también tenía cortaduras en el cuello.
Heridas superficiales. La forense recordó que, si bien Dávila tenía varias heridas en el cuello, un pedazo de bisturí incrustado en esa zona y la otra parte de esa herramienta en una mano, eso no fue lo que la mató.
“En el momento que se estaba revisando el cuerpo, el fiscal me planteó que si esas heridas pudieron haber provocado la muerte, pero realmente no, porque eran heridas muy superficiales”, detalló en su declaración.
Asimismo, indicó que esas lesiones son perimortem, es decir, que se produjeron minutos o segundos antes de la muerte.
“Por todos esos elementos, la causa (de la muerte) es homicida, lo cual se viene a comprobar en la autopsia. Yo no puedo decir que esa escena es producto de un suicidio”, enfatizó ante el Tribunal.
Marjorie Morales, abogada que representa al hijo de nueve años de la fallecida, dijo que este testimonio viene a confirmar que “María Lourdes fue asesinada y no existía otra persona en el lugar más que el doctor Saavedra”.
Aborto. El juicio contra el médico Saavedra empezó el pasado 18 enero en el Tribunal Penal de Heredia, cuatro años después de que ocurriera el crimen.
La fiscala en este caso, María Milagro Granados García, le atribuye al doctor el delito de homicidio calificado.
En su acusación, la Fiscalía asegura que Dávila tenía una relación íntima con el médico, quien es casado.
Sin embargo, cuando la joven le informó del embarazo, Saavedra se habría molestado.
Al parecer, el día de la muerte de la muchacha, Saavedra le iba practicar un procedimiento para abortar, pero ella se negó y a raíz de eso empezó la discusión que terminó con su muerte.
La defensa del acusado insiste en que Dávila tenía padecimientos psiquiátricos.