San Carlos. Durante la exposición de sus conclusiones, la fiscala Mónica Hernández solicitó ayer 129 años de cárcel para cada uno de los extranjeros sospechosos del asesinato del empresario hotelero Geovanny Soto Ruiz (52) y sus hijos Juan Mauricio y Enmanuel Soto Soto, de 29 y 20 años.
Por cada crimen, Hernández pidió una pena de 30 años de prisión, 15 años por tres privaciones de libertad y 24 años por tres robos agravados, lo cual suma 129 años.
Los imputados son dos hombres nicaragüenses de apellidos López y Sándigo, de 31 y 28 años.
La representante del Ministerio Público planteó además que, en caso de que sean condenados, se les prorrogue la prisión preventiva por seis meses, pues existe el peligro de fuga. “Los homicidios fueron cometidos de forma atroz, ya que infligieron un dolor extra a sus víctimas. No les bastó con herirlos con arma blanca y de fuego, sino que también los degollaron”, dijo Hernández en su argumentación.
Otro elemento que citó la fiscala fue que, días antes y durante la noche de los hechos (8 de febrero del 2013), hubo una constante e inusual comunicación telefónica entre López y Sándigo con un tercer sospechoso, identificado como Darvin Reyes (hoy en fuga). Esto, según los rastreos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Aunque el móvil del asesinato no está claro, Hernández descartó que se tratara de narcotráfico.
Mientras oían la solicitud de penas, los dos hombres, con sus cabezas bajas, se veían tranquilos.