Limón. Un total de seis acusados de tráfico internacional de drogas fueron absueltos ayer por el Tribunal de Juicio local, al verse favorecidos con el beneficio de la duda, luego de que los jueces detectaran anomalías con la cadena de custodia de la prueba.
Los encartados, quienes descontaron 17 meses de prisión preventiva, responden a los apellidos Hall, Zamora, Rocha, Aguilar, Henau y Dixon.
Ellos fueron detenidos el 28 de setiembre del 2013, a 13 millas náuticas de Puerto Viejo de Limón, tras haber zarpado de Jamaica con casi una tonelada de marihuana, según la acusación planteada por el Ministerio Público, sustentada en una investigación desplegada por la Policía de Control de Drogas (PCD).
La acción policial se basó en el convenio internacional suscrito con el Servicio de Guardacostas de los Estados Unidos.
Sin embargo, tanto la procedencia como la cantidad de droga que transportaban quedó sin confirmarse, según el fallo del Tribunal de Juicio.
Imprecisión. El principal argumento del Tribunal, según lo explicó su presidenta, Xinia Marín, fue que hubo una violación a la cadena de custodia, al no precisarse con exactitud cuánta fue la droga decomisada, porque al respecto se manejaron tres cifras distintas.
Una versión, la que detalla la acusación de la Fiscalía, dice que fueron 47 bultos; la segunda, consignada en el informe de los laboratorios de Ciencias Forenses, establece que eran 48, y finalmente, una tercera cifra de 51 aparece en el informe del Servicio de Guardacostas de los Estados Unidos.
Además, la droga nunca fue pesada, y a los técnicos forenses nacionales no se les entregó la cantidad mínima requerida para que pudieran establecer que, en este caso, la carga que transportaba la lancha era marihuana.
“Hubo un total quebranto de la cadena de custodia y con ello se acogió un reclamo que en ese sentido presentó el abogado Leonel Villalobos”, puntualizó Marín.
El litigante representaba a dos de los seis acusados, cuya libertad estaba prevista para ayer al final de la tarde, pues ninguno tenía otra causa pendiente.
Otro de los aspectos cuestionados por el Tribunal fue que la embarcación con la supuesta droga se les perdiera a las autoridades internacionales por una hora en mar abierto.
Al parecer, esa lancha era perseguida por los ocupantes de un helicóptero que había despegado de una fragata británica. Sin embargo, en un momento determinado, debió regresar al buque para reabastecerse de combustible.
En ese instante, al parecer, fue reemplazado en la misión de vigilancia y persecución por un avión P-13 del Servicio de Guardacostas. No obstante, el relevo no fue simultáneo, sino que transcurrió cerca de una hora para que la lancha fuera divisada de nuevo.