El abogador defensor de una médica acusada de ganar de manera ilegal varios salarios, por trabajar simultáneamente con cuatro entidades del Estado, negó que ella haya incumplido los horarios y descuidara la atención de los pacientes.
La afirmación la hizo ayer Rodrigo Araya Solano durante un juicio que se realiza en contra de su representada, de apellidos López Vargas, por los presuntos delitos de enriquecimiento ilícito e incumplimiento de deberes.
En este mismo proceso, que se tramita en los Tribunales de Goicoechea, además figura como implicada una hermana de López. Ambas laboraban en la Clínica Central del Calderón Guardia, donde la familiar, quien también es médica, ocupa un puesto de jefatura. Enfrenta los mismos delitos, pero en grado de complicidad, pues la acusan de permitir la presunta acción ilícita.
Explicación. Al ahondar en detalles durante el debate, el abogado Rodrigo Araya resaltó que ni el Ministerio Público ni la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) han aportado pruebas para demostrar que López se ausentó de sus labores en la Clínica Central.
Tampoco sobre anomalías en alguno de sus otros trabajos de tiempo parcial en la Junta de Protección Social, en la Universidad de Costa Rica y en Correos de Costa Rica.
“Ella trabajaba entre 12 a 14 horas diarias. Nunca hubo interposición horaria. Esa acusación de la Fiscalía no corresponde a la realidad. Es un hecho indemostrado en este debate”, afirmó Araya.
La Fiscalía pide tres años de prisión para las hermanas, en tanto la Procuraduría de la República solicita que paguen ¢10 millones por el daño social causado por el presunto abandono de pacientes.
La sentencia será dictada hoy a las 11 a. m. en Goicoechea.