El arzobispo emérito Hugo Barrantes aclaró cuál fue el arreglo al que llegó el lunes con los religiosos que lo demandaron por calumnias y difamación.
Por medio de su abogado, José Rafael Fernández, monseñor señaló que no existió una conciliación entre las partes, sino un desistimiento expreso de parte de los querellantes.
Esto significa que los demandantes renunciaron a continuar con la demanda. Como parte del proceso, el abogado detalló que el arzobispo emérito aceptó no cobrarles las costas.
La demanda fue presentada por Randall Murillo Barrios y Víctor Mora Jiménez. Según la querella, monseñor Barrantes los llamó “falsos profetas” en un comunicado enviado a la prensa en el 2011, y los acusó también de querer lucrarse con el nombre de la Iglesia.
En abril del 2015 se realizó el primer juicio contra Barrantes en el Tribunal Penal de San José. En ese debate monseñor fue absuelto.
Sin embargo, en julio del año pasado, el Tribunal de Apelación de Goicoechea anuló esa sentencia, al resolver un recurso interpuesto por el abogado de los demandantes, José Joaquín Ureña.
Los jueces concluyeron que el primer fallo carecía de fundamentación y ordenaron un nuevo debate, que se hubiese realizado el lunes si los querellantes no hubiesen desistido.