Orden y un poco de paciencia pidió ayer el Ministerio de Vivienda a las familias que han reportado daños en sus casas tras el terremoto de 7,6 grados magnitud momento (Mw) que sacudió a nuestro país el pasado miércoles.
La valoración de las 234 casas que, hasta ahora, conforman la lista, tardará entre dos y tres semanas, según adelantó ayer Erick Mata, director de Vivienda de esa cartera, durante una conferencia de prensa en la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
El funcionario especificó que, tras recibir la información de las familias, un equipo de expertos visitará cada casa y determinará si, efectivamente, requieren reparaciones urgentes.
Agregó que, hasta ayer, se había inspeccionado cerca de 60 de las viviendas reportadas. “Iniciamos en los cantones de Santa Cruz, Nicoya y Valverde Vega, que son de los que primero nos llegó información y fueron reportados como los más serios”, detalló Mata.
“Queremos recordarles a las familias que deben canalizar la información a través de las municipalidades para que sea un proceso ordenado (...). Queremos pedirles paciencia; vamos a llegar a visitarlos”, agregó el funcionario.
Las más afectadas. El director de Vivienda informó de que alrededor de 100 casas con daños están ubicadas en Guanacaste; de ellas, 53 son de Nicoya y otras 35 de Carrillo.
Mientras tanto, en Alajuela hay 57 reportes, la mayoría de Valverde Vega. Y de Puntarenas se han recibido otras 57 alertas, principalmente de Lepanto y Cóbano.
No obstante, Mata recalcó que la cifra podría aumentar pues seguían recibiendo informes. “Les pedimos a las familias que reporten las viviendas con daños serios, que consideren que pueden ser estructurales”, agregó.
Además, informó de que 10 equipos del Ministerio y otros 10 de instituciones y empresas privadas realizan las inspecciones.
Poco a poco. Ayer, las autoridades explicaron que el país recupera poco a poco la normalidad.
Wálter Fonseca, jefe de Operaciones de la CNE, aseguró que el servicio eléctrico fue restablecido en todo el país.
Asimismo, el agua potable regresó a la mayoría de las comunidades, de acuerdo con Fabio Vargas, director del Centro Nacional de Servicios de Apoyo de Acueductos y Alcantarillados (AyA). Solo en Bagaces el agua se reportó un poco turbia y en Puntarenas centro se hacían arreglos de fugas.
Por otra parte, continúan cerrados los pasos por la ruta 141, que comunica Zarcero con Ciudad Quesada (San Carlos), y la ruta 507, en Sarapiquí, entre Naranjal de Puerto Viejo y Las Marías, donde se cayó el puente sobre el río Sucio.
Además, 350 personas se mantenían en albergues en forma preventiva.
La CNE levantó ayer la alerta roja para el Pacífico sur y el Caribe; se mantiene en las otras regiones del territorio nacional.