El Ministerio de Educación Pública (MEP) confirmó que cuatro escuelas cercanas al volcán Turrialba cerraron sus puertas desde ayer y hasta la próxima semana, debido a que quedaron dentro del anillo de restricción de acceso a esa zona que ayer lunes amplió la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Se trata de las escuelas El Volcán, Las Virtudes, La Orieta y Reunión, las cuales retornarían a clases una vez que la CNE permita el ingreso de padres de familia y personal docente a la zona donde, por ahora, solo entran finqueros, autoridades y científicos.
Al ampliarse de tres a cinco kilómetros el radio desde el cráter al que no se permite el acceso de particulares, las citadas escuelas quedaron en ese rango y por eso no se impartirán lecciones en esos centros educativos.
Las cuatro escuelas son parte de las que el año pasado también tuvieron que cerrar sus puertas ante las amenazas del volcán.
Según la CNE, el cierre es para permitir a las autoridades científico-técnicas del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) y la Red Sismológica Nacional de la Universidad de Costa Rica realizar monitoreos y observaciones científicas del comportamiento del coloso.
Vigilancia permanente. Días atrás funcionarios del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales de la Universidad de Costa Rica (Lanamme) presentaron a funcionarios de la CNE, los avances de un estudio realizado sobre modelos de flujos de lahares producidos por la erupción de ceniza del volcán Turrialba y sus posibles consecuencias en la infraestructura construida en sus alrededores.
Un lahar es un flujo de sedimento y agua que se moviliza desde las laderas de volcanes, generados, principalmente, por períodos intensos de lluvia, desplomes de laderas o vaciados de algún lago, explica un comunicado de la CNE.
Esa institución se informa sobre los puentes, pasos de ríos y carreteras cantonales para permitir una mejor planificación de los posibles escenarios.
Desde el 1.° de mayo el volcán entró en una fase de explosiones menos fuertes que las de meses atrás, pero no menos importantes. De hecho el fin de semana hubo varias, razón por la cual el lunes se cerró el aeropuerto Juan Santamaría, lo que obligó a posponer varios vuelos, suspender otros y desviar dos hacia el aeropuerto de Panamá y el Daniel Oduber, en Liberia.
Según Javier Pacheco, científico del Ovsicori, desde ayer lunes a las 4 p. m. no se han registrado nuevas emanaciones de ceniza, aunque el coloso sigue activo y emanando gases.
Afirmó que las columnas de ceniza registradas ayer no alcanzaron más de 500 metros sobre el cráter, a diferencia de las erupciones de marzo y abril en que eran de más de un kilómetro de alto.
Explicó que se puede inferir que después de tantas explosiones se han formado varias grietas que hacen más fácil la salida de las cenizas y demás materiales volátiles. "Al inicio los gases salían con más presión porque habían taponamientos en los conductos, ahora salen con más facilidad" dijo Pacheco.
Para mañana miércoles y el jueves los científicos del Ovsicori tienen planeado ir a las cercanías del cráter para mantenimiento del equipo de medición.