La actividad en el volcán Turrialba cesó desde hace más de 24 horas. La última erupción del coloso se registró este domingo a las 10 a. m. y desde entonces solo hay emanación de vapor de agua y gases.
Además, la actividad sísmica presenta un descenso, lo cual haría que el Turrialba entre en un nuevo periodo de calma relativa.
Sin embargo, los expertos mantendrán vigilado al volcán, con el objetivo de darle seguimiento al comportamiento que este presente en los próximos días.
"El tremor volcánico se mantiene, pero con poca amplitud. Tendremos que esperar más días para ver si es un ingreso a un periodo de calma relativa, lo cual haría que pasen semanas o meses para iniciar otro ciclo eruptivo", dijo Mauricio Mora, de la Red Sismológica Nacional.
Desde el pasado 30 de abril la actividad en el volcán se intensificó, con emanaciones de ceniza que alcanzaron un máximo de 1.000 metros de altura.
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Las erupciones hicieron que la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) estableciera retenes en un radio de cinco kilómetros alrededor del Turrialba y prohibiera el ingreso al Parque Nacional.
Por otra parte, las clases en los centros educativos de El Volcán, Las Virtudes, Sitio Las Abras, La Reunión y La Pastora, donde hay alrededor de 64 alumnos, se mantienen suspendidas desde el lunes anterior.
De acuerdo con el Ministerio de Educación Pública (MEP), esta tarde sostendrán una reunión para determinar si es conveniente que los menores se reintegren a lecciones.
Afectaciones. La emanación de ceniza de los últimos días contaminó algunas fuentes de agua, por lo que los vecinos se abastecen con camiones cisternas que envía la CNE.
Además, según un recuento del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), unas 430 fincas, donde hay 11.000 animales, se han visto afectadas por la actividad volcánica.
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Los agricultores reportan daños a cultivos de repollo, hortalizas, frijol y papa.
Como parte de las medidas para ayudar a los productores de la zona, el Gobierno ha entregado pacas, concentrado para animales y melaza, para alivianar la afectación que enfrentan por las erupciones del coloso.