Cuando los pocos pobladores que quedan en las cercanías al cráter del volcán Turrialba se acostumbraban a verlo a diario con emisiones de gases, sin que representara mayor peligro, una nueva erupción les puso los pelos de punta.
El reloj marcaba diez minutos después de las 11 p. m. del miércoles 29 de octubre cuando de pronto lo vecinos escucharon como una turbina de avión que se intensificaba cada vez más, el volcán volvía a recordar que está más activo que nunca.
Javier Serrano, vecino de La Fuente, poblado a escasos tres kilómetros de la cima, relata que escuchó un ruido, se levantó pensado que era un avión pero agudizó su oído y se percató de que era su vecino, el volcán.
“Me asomé y apenas pude observar en medio de la oscuridad una nube muy alta, mejor llamé a los vecinos para que estuvieran atentos. Parecía un avión, pero en realidad era el volcán Turrialba que abría un nuevo boquete", añadió Serrano.
Don Edgar Zúñiga, otro vecino de La Fuente y que por primera vez presencia una erupción del coloso turrialbeño, comentó haberse asustado como nunca “fue algo tremendo”, añadió.
Es que el volcán se ha venido despertando poquito a pocos, la primer erupción con emanación importante de ceniza fue el 5 de enero del 2010, tuvo otra similar en mayo del 2012 y, según los expertos, esta podría ser la más intensa de los últimos tiempos.
Tan es así, que su ceniza llegó a varios sectores del Valle Central, como Tibás, Heredia, Coronado y Guadalupe de Cartago.
En La Central viven menos de diez personas, dos de ellas nos comentaron que hubo un gran estruendo y el ruido duró como 45 minutos.
“Oí como un helicóptero que venía, me levanté y vi una luz en la punta del cráter, lo raro esta vez fue que ese sonido era diferente, había mucho olor a azufre”, comentó Rosemary Quesada.
Con ella estaba su vecina Juana Mena, ella es nicaragüense. Llegó hasta ahí con su esposo en busca de trabajo y mejores fuentes de ingresos.
“Yo estaba dormida con mi marido, llegó mi vecina y me despertó, cuando vi fue como una fuerte luz. Me asusté mucho y no me dejaron salir, como estoy embarazada”, expresó Mena.
Ya son pocos los pobladores que quedan en las cercanías del volcán, pues desde que comenzaron las erupciones los lugareños ha ido abandonando el sitio.
En el 2010 habían alrededor de 190 personas entre La Pastora y el cráter del volcán, hoy fueron evacuadas 11 personas que no saben si podrán regresar a la zona.
El volcán poco a poco ha ido corriendo a productores lecheros, dejándoles millonarias pérdidas.
Los expertos de la Red Sismológica Nacional y del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica, han estado en la zona tomándole el pulso al coloso.
“La zona ha estado muy activa, pareciera que se abrió otro boquete junto a los del 2010 y 2012, pero hay que esperar que la zona sea más accesible para saber con exactitud lo sucedió, comentó Carlos Ramírez, vulcanólogo de la Red Sismólógica Nacional.
Según María Elena Montoya, alcaldesa de Turrialba y coordinadora del Comité de Operaciones de Emergencias, se habilitó un alberque en Santa Cruz, para instalar momentáneamente a los 11 evacuados.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) no va a suspender el servicio eléctrico en la zona de mayor afectación porque desde el 2010, cuando fue la primer erupción, hizo trabajos de reubicación de los postes del tendido eléctrico, dijo uno de los ingenieros de la subestación del ICE en la zona, de apellido Paniagua.