La rayería que afronta el país en esta estación lluviosa es histórica. En los primeros 18 días de mayo se han contabilizado 146.500 rayos, un promedio de 8.000 por día en todo el país. La mayor marca para todo mayo se había registrado el año pasado, con 143.000.
Igualmente, en estos cinco meses y medio del año se ha roto un récord, con 274.000 rayos; la marca anterior era del 2014, con 140.000 descargas en los primeros 139 días del año.
El conteo lo lleva el Departamento de Descargas Atmosféricas del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), que desde el año 2002 montó un sofisticado equipo para hacer las mediciones y lo modernizó en el 2013 con la adquisición de sensores fabricados en Finlandia.
El día que más rayos se contabilizaron en lo que va de este año fue el miércoles 19 de abril, con 21.709 descargas, informó Berny Fallas, coordinador del departamento del ICE a cargo de hacer el monitoreo.
Las zonas de mayor densidad son la vertiente del Pacífico y el oeste Valle Central. Sin embargo, han caído en todo el territorio. Las horas de la tarde, de 12 mediodía a 6 p. m. son las de más actividad eléctrica, pero también se registran rayerías en horario nocturno y a veces en la madrugada, explicó Fallas.
Además de cobrar la vida del peón agrícola Clemente Lazo Castellón, el viernes 5 de mayo en Platanar de San Carlos, Alajuela, los rayos afectaron las luces de aproximación del aeropuerto Juan Santamaría y a menudo han producido daños en el tendido eléctrico, con lo que dejan sin energía a las comunidades, como ocurrió este viernes en Río Segundo de Alajuela.
En ese sector, un rayo cayó sobre un poste del alumbrado público a eso de las 5 p. m. y reventó una línea secundaria que energizó y dejó al rojo vivo el cable tensor del poste, cuya temperatura alcanzó 400 grados Celsius, informó Bryan Ramos, bombero de Alajuela.
El pasado viernes 2 de mayo seis personas se salvaron de milagro al recibir el impacto indirecto de una descarga en San Carlos. Se trató de trabajadores agrícolas que laboraban en una finca piñera.
El ICE hace un seguimiento de las tormentas en tiempo real, para alertar al personal que realiza labores en espacios abiertos y minimizar el riesgo de accidentes.
En caso de escuchar tormenta eléctrica, las personas deben buscar un sitio cerrado y seco como un edificio o dentro de un vehículo, donde el material de las llantas funciona como aislante.
Otras recomendaciones son no refugiarse debajo de un árbol aislado y no manejar herramientas ni objetos metálicos durante la tormenta.
Tampoco se recomienda usar sombrillas o paraguas con punta metálica y hay que alejarse de verjas metálicas o vallas.
Cada relámpago tiene un voltaje capaz de encender 100.000 bombillos de 100 voltios cada uno. El grueso de las descargas se queda en la nube, otra parte cae al mar y el resto, a tierra firme. Estas son las que registra el ICE, explicó Fallas.
Solo en el 2013, seis personas murieron al ser alcanzadas por rayos y siete en el 2014, según las cifras que maneja el Organismo de Investigación Judicial.