Seis meses después de que el huracán Otto golpeó con categoría tres la geografía nacional el pasado 24 de noviembre del 2016, muchas comunidades apenas empiezan a dar señales de recuperación.
Hasta este mes de junio, las cuencas más afectadas, han tenido una respuesta aceptable a la estación lluviosa gracias a las obras de primer impacto que costaron ¢5.000 millones.
También están en plena ejecución muchos de los 53 proyectos que la Comisión Nacional de Emergencias avaló para Upala, Bagaces, Pococí, La Cruz, y Corredores.
Esos proyectos son por un monto superior a los ¢18.000 millones, de los cuales, más de ¢9.000 millones serán administrados por la Municipalidad de Upala, como unidad ejecutora de 21 iniciativas.
Se trata de reconstrucción de puentes, caminos y carreteras, así como rehabilitación de alcantarillas y canalización de gran cantidad de ríos.
También está la reconstrucción de diques, limpieza de quebradas y construcción de aceras y barandas.
Juan Bosco Acevedo, alcalde de Upala, afirmó que la mayor preocupación es la limpieza de los ríos y quebradas, pero ya hay maquinaria contratada por el Gobierno y también por el Concejo que se puede ver trabajando en el centro del cantón.
“El río Zapote, que es el más complicado y fue el que causó la mayor inundación, no ha tenido problemas pese a que ha llovido bastante. Lo que han hecho hasta el momento ha servido y se sigue trabajando en él”, afirmó.
Cantón despega. Los 600 niños de la escuela Teodoro Picado, que antes se encontraba frente al edificio municipal, ahora asisten a las nuevas instalaciones, ubicadas a menos de un kilómetro de ahí, carretera al barrio La Real.
Las calles y el parque del centro de Upala, que por varias semanas estuvieron embarrialados, ahora lucen limpios, y el comercio también vuelve, poco a poco, a la normalidad.
Édgar Mora, administrador del hotel Krotos en el centro de Upala, afirmó que la inversión se nota y actualmente hay una mejoría en calles e instalaciones, por lo que el cantón surge con un nuevo impulso.
“Están dragando el río Zapote después de unos 30 años de que no le hacían nada”, adujo.
Agregó que de no haber sido por el huracán Otto, Upala jamás tendría el desarrollo que se ve ahora y estima que, de concretarse los planes existentes, en dos años ese cantón “se perderá de vista”.
Dijo que la ocupación hotelera ha tenido un promedio de del 80 por ciento últimamente; y eso genera más empleo.
Carlos Picado, jefe de la Unidad de Desarrollo Estratégico de la CNE, afirmó que hasta el momento han visto una respuesta positiva de las municipalidades, el ICE y la Dirección de Obras Fluviales del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
Manifestó que con fenómenos como el huracán Otto, la infraestructura vial sufre muchos daños. Los puentes son lo más delicado, pero lo más caro son las obras en cauces de ríos.
De hecho, además del río Zapote, las unidades ejecutoras de los 53 proyectos autorizados intervendrán con estudios, diseño y reconstrucción de puentes en los ríos Bijagua, Guacalito, Canalete y Blanco, entre otros.
Tareas pendientes. Las tareas más urgentes en los cantones afectados se hicieron dentro del plan de primera respuesta, pero todavía hay labores pendientes en vivienda, diques, puentes y carreteras, entre otras obras.
Sobre las zonas inhabitables, Picado expresó que habrá casos donde se dirá de manera contundente que no se puede construir, pero en algunos sitios se pueden desarrollar medidas de mitigación que permiten administrar el riesgo como encauzamientos de ríos y diques.
Añadió que unos ¢5.600 millones donados por Emiratos Árabes serán ejecutados por Acueductos y Alcantarillados para optimizar la calidad en los acueductos rurales dañados.
En el ámbito social, el Gobierno transfirió ¢3.000 millones del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) para potenciar proyectos productivos en zonas afectadas por el huracán.