Turrialba. En las calles, algunos decían que fue como un “pelito de gato” gris. Otros aseguraban que se trató casi de una invasión de polvo que incluso les causó irritación en ojos y garganta.
El manto de ceniza que expulsó entre jueves y viernes el volcán Turrialba, fue observado y experimentado de distintas formas en San José, Cartago, Heredia y Alajuela. Curiosamente, en zonas bastante alejadas del coloso hubo reportes sobre el fenómeno.
Para conocer mejor cómo lo vivió la población, un equipo del área de Sistemas de Información Geográfica (SIG), de La Nación, analizó las experiencias que 116 habitantes del país compartieron en los perfiles de Facebook de la Red Sismológica Nacional (RSN) y del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori).
Con estos datos, el infografista Édgar Jiménez elaboró un mapa que muestra la intensidad de la caída de polvo volcánico en distintos sectores.
Así, la ceniza fue notada mucho más en Heredia y en los cantones josefinos de Montes de Oca, Coronado y Moravia.
De hecho, en las publicaciones, un herediano describió: “Sensación extraña en el pelo, los ojos enchilan, está nublado y se ve ceniza en las calles”.
Otro vecino de esa provincia dijo que “llovía ceniza”. Y uno más, del sector de Lagunilla, afirmó que todo estaba “impregnado” de ese residuo volcánico.
En Coronado, seis personas manifestaron que caía muchísima ceniza e incluso unas dijeron no poder salir de la casa.
Desde Sabanilla de Montes de Oca, alguien calificó el fenómeno como “demasiada arena fina”.