Un roce horizontal entre las placas Coco y Nazca que se dio en el océano Pacífico, al sur de punta Burica, fue el que provocó al menos 12 temblores en los últimos tres días.
El sismo más importante ocurrió ayer lunes, a las 2:54 a. m. y fue de 6,1 grados, informaron la Red Sismológica Nacional (RSN) y el Observatorio Vulcanológico y Sismológico Nacional (Ovsicori).
Este movimiento, que sacó de sus camas de cientos de pobladores en los cantones de Corredores y Golfito (Puntarenas), también fue sentido levemente en el Valle Central.
Aunque no se informó de daños importantes en viviendas, la de Dimas Guzmán Arias, en Conte de Golfito, sí sufrió reventaduras en las paredes. Igualmente se comunicó de caída de objetos en pulperías y casas en Laurel de Corredores y en Puerto Jiménez de Golfito.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) confirmó que ayer lunes no recibió ningún reporte de daños.
El temblor también fue percibido en Panamá. El diario La Prensa de esa nación dio a conocer que lo sintieron en Veraguas, Coclé, Colón, Los Santos y Bocas del Toro, aunque no hubo daños.
Detalle técnico. Esta seguidilla de temblores se inició el sábado anterior, cuando a las 11:21 a. m. se produjo un evento de 6 grados. Luego se dieron otros cuatro movimientos, con magnitudes superiores a 3,6 grados.
El geólogo Wilfredo Rojas Quesada, de la RSN, dijo que esos sismos pueden considerarse como los precursores del principal, que fue el lunes, a las 2:54 a. m. Luego ocurrieron otros siete eventos, que fueron secuela. Uno de ellos tuvo una magnitud de 5,4 grados.
Rojas manifestó que el área donde se generaron los temblores es una región de muy alta sismicidad y con capacidad para producir temblores fuertes. Es conocida como la Zona de Fractura de Panamá, pues, además de las placas Nazca y Coco, converge la placa Caribe.
Precisamente, en la Zona de Fractura de Panamá se produjo el 25 de diciembre del 2003, a la 1:11 a. m., un movimiento con una magnitud de 6,1 grados que ocasionó el colapso de 16 viviendas, el hundimiento en varias carreteras y el agrietamiento en paredes del Hospital de Ciudad Neily, en el cantón de Corredores.
Superficiales. La mayoría de los temblores que se sintieron en estos últimos tres días fueron muy superficiales, pues sucedieron entre los 10 kilómetros y los cinco kilómetros de profundidad. Empero, no causan afectaciones severas por la distancia con las áreas pobladas. Por ejemplo, el sismo de 6,1 grados lo ubicaron a 77 kilómetros de distancia de Laurel de Corredores.
Vecinos de las poblaciones cercanas al epicentro dijeron que percibieron muy fuerte el temblor en la madrugada y las réplicas posteriores.
Dimas Guzmán, quien es dueño del surtidor Marra, en Conte de Golfito, dijo: “Fue un tremendo susto. Yo le dije a mi esposa (Karla Luna) y a mi hija (Natalia de 9 años) que mantuvieran la calma. Ellas estaban muy nerviosas y todavía siguen igual, sobre todo porque después vimos que había rajaduras pequeñas en la paredes de la casa”.
En tanto, Miguel Hernández Hernández, de 91 años, vecino de Caracol de La Vaca de Laurel, comentó que los temblores no le generan miedo. “Yo lo que le digo a la gente es que no salga corriendo porque si salen a la calle se pueden reventar los cables de electricidad y caerles encima”, manifestó Hernández.