El volcán Poás entró en una etapa de relativa calma desde la segunda semana de agosto, pero eso no implica la posibilidad de una reapertura cercana del acceso a ese parque nacional.
Así lo afirmó Ignacio Chaves, coordinador del Comité Asesor Técnico (CAT) de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), quien afirmó que ni siquiera se ha discutido la posibilidad de reabrir el acceso al coloso y más bien abogan por la visitación de los parajes en sus alrededores.
"Por lo pronto no se tiene en mente reabrir el parque, porque el volcán sigue activo y en cualquier momento puede hacer una erupción sin dar señales premonitoras, y por eso es mejor que no haya nadie", dijo.
Para Javier Pacheco, del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), los aerosoles finos que lanza el Poás pueden penetrar hasta los pulmones y el torrente sanguíneo de personas y animales.
Pese a lo anterior, el Sistema Nacional de Areas de Conservación (Sinac) llevará en setiembre una propuesta de apertura controlada a ese Parque Nacional a la reunión del CAT, para comenzar a valorar posibilidades.
LEA: Sinac presentará plan para visitas controladas al Parque Nacional Volcán Poás
Aunque desde el 8 de agosto no se registran sismos volcano-tectónicos y desde el 9 de agosto no hay sismicidad asociada a movimiento importante de fluidos, las medidas para mantener el anillo de protección de 3,5 kilómetros alrededor del cráter se mantienen por parte de CNE.
De acuerdo con Javier Pacheco, del Ovsicori, el magma sigue en proceso de cristalización y, pese a que en esta época está lloviendo fuerte en el Poás, no se logra restablecer el lago por lo caliente del sistema hidrotermal.
El cráter sigue con la misma forma, por lo que cuatro bocas emiten gases.
La emisión más fuerte es la que está cerca de donde estuvo el domo térmico y en ella las temperaturas de los gases emanados son superiores a los 400 grados Celsius.
Vulcanismo de azufre
Otro fenómeno propio de ese volcán es que una de sus fumarolas, en la parte superior del cráter, emana gran cantidad de azufre, de color amarillo.
Este domingo 20 de agosto, el vulcanólogo Raúl Mora realizó una visita al coloso para un estudio de la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y, entre lo más destacado, encontró muy activa la emanación de azufre.
El científico afirmó que hay muy pocos volcanes en el planeta que generan erupciones de azufre. "Es un mineral volcánico que en el Poás se encuentra en mayor proporción, es un fenómeno natural muy interesante y demuestra que Costa Rica tiene una actividad volcánica fuera de serie".
Recordó que el vulcanismo de azufre fue detectado por primera vez en 1828, cuando el ciudadano alajuelense Miguel Alfaro llegó al cráter y describió esas emanaciones. Más recientemente se han visto en 1989, 1990 y en el 2005.
La pluma de gases y aerosoles en los últimos días no sobrepasa los 500 metros desde el cráter y regularmente genera un sonido similar a la turbina de un avión.
Baja actividad sísmica
Mauricio Mora, vulcanólogo de la Red Sismológica Nacional (RSN), expresó que una de las mediciones más importantes es la sísmica y en este momento ha bajado, pero existe un nivel de incertidumbre técnico-científica que hay que manejar.
"Los cambios de condición pueden ser rápidos o lentos, son procesos naturales que son difíciles de prever".
Además, la incandescencia en el fondo del cráter se mantiene, pero ha disminuido sustancialmente la intensidad.
El vulcanólogo Javier Pacheco, de la Universidad de Costa Rica, coincide con Mauricio Mora en que no les corresponde a ellos determinar si se abre o no el acceso al Poás, ya que ellos solo deben rendir los informes científicos a la CNE sobre la actividad.