San Roque de Grecia. Un alud de piedras, troncos y barro empujó a la muerte a dos recolectores nicaragüenses de café, quienes el lunes, cuando iban de regreso a una pequeña casa, cayeron en el río Chagüite.
El hecho se produjo poco antes de las 4 p. m. en una finca cafetalera, propiedad de los hermanos Gómez Céspedes, en Carbonal de San Roque de Grecia, en la provincia de Alajuela.
Los cuerpos de las víctimas, identificadas como Juan Antonio Ramírez Murillo y Ramón Ramírez Gámez –quienes eran primos–, aparecieron uno a las 10:10 p. m. del lunes, y el otro, ayer a las 12:30 a. m., a dos kilómetros de donde fueron arrastrados por el agua.
El hallazgo lo hicieron funcionarios de la Cruz Roja, el Cuerpo de Bomberos, la Fuerza Pública y voluntarios. El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó de que los dos hombres, que tenían entre 20 y 25 años y carecían de documentos, fueron trasladados a la Morgue Judicial, en San Joaquín de Flores, Heredia.
Relato de testigos. Gregorio Polanco Téllez y su esposa, María del Socorro Campos Martínez, caminaban cerca de los ahora fallecidos y aún están sorprendidos de cómo no corrieron la misma suerte de los jóvenes. “Tenía rato de llover. Eran más de las tres de la tarde cuando regresábamos a la casa, después de coger café. Teníamos que cruzar el río, que estaba crecido.
“Mi esposo Gregorio intentó pasar, pero se devolvió. Mi chiquita (Leidy Anielka, de 6 años) estaba a un lado y los muchachos, al otro. En eso, oí algo atrás; volví a ver y era barro, piedras y troncos que se vinieron.
”Fueron instantes. A mí me llegó a la rodilla y me tiró al suelo, pero me levanté. Es que yo quedé en la parte más sequita y salí con mi chiquita. A ellos, esa cosa los tiró al río. Mi esposo trató de sacarlos, pero, ¡qué va! Yo los vi cuando iban arrastrados”, narró María del Socorro Campos.
Esta mujer, de 42 años, y su esposo, de 44, son oriundos de Nueva Guinea de Nicaragua y llegaron al país hace dos semanas para coger café en Grecia, como lo han hecho en los últimos cuatro años.
“A los muchachos no los conocíamos. Ellos llegaron el sábado (a Grecia). Juancito me dijo que era de Estelí; del otro, no sé”, dijo Gregorio Polanco, quien agregó que el lunes era el primer día que los fallecidos, recién llegados de Nicaragua, laboraban en suelo nacional.
“El patrón nos da una casa. Ellos tenían un cuarto donde dormían. Eran muy callados”, agregó.
Ayer, los testigos de esta tragedia fueron a coger café otra vez. “Hoy debimos pasar de nuevo el río. Viera qué miedo. Lo pasé en carrera y sin detenerme”, manifestó María del Socorro Campos.
Por su parte, Modesto Gómez Céspedes, uno de los nueve hermanos bajo cuyos nombres está registrada la finca donde ocurrió el suceso, manifestó que ese terreno es una herencia de su papá. “Tiene como 100 años y nunca había pasado nada. Ahora se vino esa parte y arrastró a estos muchachos. Cuántas veces estuve yo parado ahí, en esas piedras”, comentó.
Alden González Zamora, vecino de Carbonal de San Roque, relató que el lunes desde las 2 p. m. llovió muy fuerte. “Con la sequía, el río Chagüite era un chorrito de agua. Estaba casi seco, pero ayer subió como dos metros. Viera cómo sonaba en la tarde cuando se produjo eso”.
González agregó que el aguacero produjo pequeños derrumbes en varias fincas.