Santa Cruz de Turrialba. Agricultores de las comunidades de La Central, Tapojo, Unión, Pastora y Virtudes, del distrito de Santa Cruz de Turrialba, luchan por salvar la producción de leche, así como las plantaciones de repollo, que resultaron afectadas por las erupciones de ceniza del volcán Turrialba.
Los campesinos, que se mostraron optimistas porque los fuertes aguaceros del fin de semana anterior lavaron muchos de los residuos volcánicos, esperan que cesen las emanaciones.
Precisamente, Lidier Esquivel Valverde, de la Comisión Nacional de Emergencia (CNE), quien se encontraba en la zona afectada, dijo que el domingo anterior, a las 9 a. m., fue la última erupción de ceniza del actual ciclo eruptivo. “Siguen las emanaciones de vapor y gases, bajó la cantidad de tremores a lo interno del volcán. Eso da un respiro para reactivar la producción de la zona”, manifestó.
Desde este miércoles, la CNE redujo el perímetro de restricción de acceso a dos kilómetros alrededor del cráter (desde el lunes 2 de mayo se había ampliado a un radio de cinco kilómetros).
También, desde hoy reabren las escuelas El Volcán (en La Central), la Reunión, las Virtudes, Sitio las Abras y la Pastora, que fueron cerradas precisamente por la caída de ceniza.
Róger Zamora Mesén, director de la Escuela en las Virtudes, explicó que, aunque los niños no recibieron clases, a los padres les entregaron fichas para repasar la materia con ellos. “Este jueves vamos a repasar con los escolares los protocolos de emergencia porque hay que estar preparados”, sostuvo Zamora.
No bajan la cabeza. Greivin Brenes Ulloa, un productor de repollo y papa en el Tapojo, admitió que la ceniza afectó las plantaciones, pero dijo que los aguaceros ayudaron a recuperar la producción. “Claro, hay que aplicar productos para recuperar las plantas, pero usted puede ver que el repollo está sano”, explicó.
Otro productor de hortaliza, Francisco Abarca Rojas, quien este miércoles sacaba producto de una parcela en Virtudes, dijo que la afectación fue importante porque la plantación ya estaba para la corta.
“Las hojas más afectadas son las que se quitan, pero, aun así, quedan residuos, por lo que tenemos que lavar el producto antes de llevarlo a los mercados”, dijo.
En tanto, Santana Portuguez Gómez, mandador de una finca lechera, comentó que todavía los repastos siguen afectados. Agregó que los animales son alimentados con pacas de heno y silos (es un compuesto de plantas de maíz y miel). Sin embargo, dijo que la producción de leche se redujo, pues las reses se estresaron al estar varios días en invernaderos, sin poder salir a los potreros.