El abogado defensor del presunto autor intelectual del crimen de un ganadero y de un peón en Quebrada Amarilla de Jacó, en Garabito, rechazó los cargos hechos por el Ministerio Público.
El alegato lo presentó José Miguel Villalobos, el pasado jueves, durante la audiencia de la tarde en el Tribunal de Juicio de Puntarenas. Su exposición terminó cerca de las 8 p. m. El abogado dijo que no hay pruebas que involucren a su defendido en ambos homicidios.
Villalobos representa a un comerciante de ganado, de apellido Guerrero. En este caso hay otros dos implicados: un sujeto apellidado Navarro (considerado como un intermediario) y otro de apellido Torres, presuntamente la persona que disparó. La Fiscalía había pedido 70 años de cárcel para el primero y 60 para cada uno de los otros dos.
“No existe ningún testigo presencial ni tampoco se encontraron restos pilosos, huellas digitales ni rastros de sangre que ubiquen a los imputados con la escena del crimen”, manifestó.
Agregó que la única prueba fue un flujograma de llamadas de celulares entre Torres, quien viajaba entre Garabito y Orotina. “Para la Fiscalía, esas llamadas se producen cuando él presuntamente va huyendo, pero las horas de esas llamadas ocurrieron antes de que el señor Jacques Cloutier y el peón Luis Antonio Angulo Díaz murieran”, aseguró Villalobos.
Explicó que la autopsia concretó que ambos murieron entre las 00:30 a. m. y las 5 a. m. del 14 de mayo del 2011, y la última de las llamadas de Torres se registró, a las 00:15 a. m., en Orotina, a mucha distancia del sitio donde fue el homicidio.
Villalobos pidió sentencia absolutoria para Guerrero.