La Policía Judicial investiga si los homicidios de la última semana en Alajuelita, San José, tienen algún nexo.
Entre el 5 y el 11 de enero, seis hombres fueron asesinados a balazos en ese cantón josefino.
De acuerdo con Joaquín Sánchez, jefe de la Sección de Homicidios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), aún están en la fase de investigación para determinar el móvil de los crímenes y su posible relación; sin embargo, no descarta que correspondan a las disputas entre las bandas por territorios para la venta de drogas.
“Podría ser (disputa de bandas). Dentro de la victimología, tenemos que establecer si ellos tenían relación con una banda, si son conocidos o si son víctimas inocentes. En todo ese análisis estamos, para ver si existe relación con temas de drogas”, dijo ayer Sánchez.
Joven acribillado. El homicidio más reciente en Alajuelita ocurrió la noche del miércoles, cuando Gerald Guzmán Briceño, de 19 años, fue asesinado de múltiples disparos.
El crimen se dio alrededor de las 9:50 p. m., en barrio Corina Rodríguez, donde vivía el joven.
“La información que tenemos es que un sujeto encapuchado esperó la llegada de la víctima, quien intentó huir, pero recibió varios impactos de bala”, comentó Sánchez sobre este caso.
Posteriormente, el gatillero escapó por una calle oscura que va a dar al río María Aguilar.
Guzmán Briceño tenía antecedentes penales por portación ilegal de armas, según informes de la Policía Judicial.
Hasta la tarde de ayer se contabilizaban 20 homicidios en todo el país, de los cuales una tercera parte se dieron en Alajuelita.
El primer caso se registró el 5 de enero, cuando mataron en la urbanización Tiribí a Marco Vinicio Díaz Córdoba.
Al día siguiente, en un doble crimen ocurrido en San Josecito, asesinaron a Carlos Gerardo Araya Chavarría, de 28 años, y a Jordan Fonseca Solís. Ese día, el carro en que viajaban los dos individuos fue colisionado de frente por el vehículo en el que iban los pistoleros.
También, la noche del 10 de enero fueron acribillados a balazos Jonathan Ortiz Valderrama, colombiano de 27 años, con antecedentes por tráfico internacional de drogas, y José Olivier Saborío Torres, de 22 años.
El foráneo fue ultimado en urbanización Chorotega, mientras que Saborío en Concepción.