El Ministerio Público dejó en libertad ayer a la gerente de Logística de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Dinorah Garro Herrera, quien había sido detenida como sospechosa de realizar destrozos en un restaurante y de amenazar a los dependientes.
El Ministerio informó que también fueron liberados el esposo de Garro, Juan José Lara Calvo, su hijo, una nuera (de apellido Castro) y un amigo de apellido García.
La Fiscalía detalló que no se solicitaron medidas cautelares contra ninguno de ellos.
“A los detenidos por amenazas se les indagó y se les puso en libertad sin medidas cautelares por gozar de todo tipo de arraigos. Se les advirtió a los abogados y a ellos que, de acercarse o perturbar a las víctimas, se les arrestará nuevamente y se solicitarán medidas cautelares”, comunicó la Fiscalía a través de la oficina de prensa.
Garro y sus allegados fueron aprehendidos el viernes por agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), luego de que esa entidad recibiera una denuncia por hechos que sucedieron el 22 de setiembre en el restaurante Sake, en Lindora de Santa Ana, San José.
La queja fue interpuesta por dos copropietarios del comercio atacado y tres empleados. Los dueños son de apellidos Lizano (23 años) y Massoudnia (una mujer, de 24).
El OIJ indicó que un video de una cámara de seguridad muestra a los sospechosos lanzando computadoras y otros bienes al piso, así como provocando otros daños.
La Policía indicó que, al parecer, la disputa se originó por una deuda económica que existía entre Lizano y el hijo de Garro, luego de que ambos disolvieron una sociedad.
Defensa. La tarde de este sábado, luego de que la familia fue liberada, el esposo de Garro manifestó por teléfono que esta situación se ha “sobredimensionado”.
“Las cosas se van a aclarar. Este ha sido un problema de mi hijo con unas platas que se debían. Yo nunca he visto que por un golpe se sobredimensionen las cosas de esta forma”, manifestó.
“Me parece que fue desproporcionada la forma en la que se hicieron las detenciones, no había necesidad. Con que nos citaran, nosotros nos íbamos a presentar. Somos personas con una vida intachable, y prueba de eso es que no se solicitaron medidas”, expresó Lara, quien es abogado.
Dijo que tanto él como su esposa solo trataron de evitar que la pelea de su hijo fuera mayor.
“Es parte de lo que hace una mamá por defender a su hijo. Ahí (en el restaurante) se sacaron cuchillos, mientras que no es cierto lo que dijeron de que nosotros teníamos armas”, aseguró.
El jurista manifestó que es probable que ella no se presente a laborar durante unos días.
Se intentó conversar con los denunciantes, sin embargo, un empleado del restaurante dijo que ellos no se encontraban y que no estaba autorizado para dar otros números de teléfono.