Un exjugador del Santos de Guápiles, identificado como Marlon Arias Martínez, es uno de los tres individuos que resultaron heridos de bala, uno de ellos de gravedad, cuando salían de un funeral en el cementerio de la Roxana de Pococí, en Limón, el martes a eso de las 6:30 p. m.
En el tiroteo murió Jeffry Leonardo Barrantes Medina, de 28 años, sin antecedentes policiales. El hombre presentaba un impacto en el abdomen y falleció cuando ingresaba al Hospital de Guápiles.
Ese día sepultaban al motociclista Royden Jiménez Porras, de 37 años, quien fue hallado sin vida por un peón que realizaba chapeas el lunes en un desnivel, en Horquetas de Sarapiquí.
Cuando salían de camposanto llegó un sujeto a pie, que les disparó en varias ocasiones, para luego darse a la fuga en un carro que lo esperaba a pocos metros del lugar, informó el OIJ.
El exjugador presenta un impacto de bala en la mandíbula y otro en el costado derecho del tórax, por lo que fue hospitalizado.
Marlon Arias, de 32 años, fue novato del Santos en el 2005 y jugó con ese equipo hasta el 2008, cuando la escuadra descendió a la segunda división.
En ese sitio también resultaron heridos de bala, además del exjugador del Santos, un hombre de 31 años, identificado como Fernando Quirós Vega (con antecedentes por portación ilegal de arma), así como Errol Watson Cascante, de 37 años, sin antecedentes.
Quirós, conocido como Chino, había sobrevivido años atrás a otro tiroteo. Este martes fue herido en la cabeza y está delicado, mientras que Watson recibió un disparo en la cara que también ameritó su traslado urgente.
Los heridos fueron llevados a la clínica de Roxana, que queda cerca del lugar y luego al Hospital de Guápiles.
Este miércoles, la Fuerza Pública ayudó a la seguridad privada del centro médico en la custodia, para evitar nuevos incidentes por parte de quienes protagonizaron los disparos el día anterior frente al cementerio.
Los agentes del OIJ presumen que el móvil del homicidio fue ajuste de cuentas; sin embargo, las labores de investigación continúan, para esclarecer lo sucedido, dar con el homicida y determinar si el fallecido era el blanco de los asesinos o fue una víctima colateral, lo mismo que los heridos.