Alajuela. Dos encapuchados vapulearon a dos sacerdotes durante un robo a la casa cural en Coyol de Alajuela, ocurrido el viernes en la noche.
Las víctimas son el cura párroco de Santa Cecilia en El Coyol, Cristian Herrera Valverde (34 años) y el capellán del Hospital San Rafael, Osman Varela Vargas (de 50).
Según la denuncia que ambos presentaron este sábado hacia las 11 a. m., en el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), ellos se encontraban en la casa cural, donde viven, cuando de repente escucharon un fuerte golpe en la puerta principal y vieron ingresar a dos hombres armados y con pasamontañas.
De inmediato, los amenazaron con las pistolas y les exigieron que les dijeran dónde se encontraba la caja fuerte.
No obstante, los ofendidos les indicaron que no existía ninguna caja fuerte, por lo que los sospechosos comenzaron a golpearlos a ambos.
Después se los llevaron a una habitación, donde les amarraron los pies y les tiraron un colchón encima.
Los individuos sustrajeron dos computadoras, un teléfono celular y las billeteras de ambos ofendidos. Posteriormente, se dieron a la fuga en un vehículo que los estaba esperando fuera de la vivienda.
Tanto Herrera como Varela sufrieron heridas abiertas en la nuca y cabeza, por los puñetazos que recibieron. Ellos fueron trasladados a Emergencias del Hospital San Rafael.
Francisco Pérez, director del centro médico, explicó que ambos se encontraban estables y fueron dados de alta la misma noche, tras ser atendidos.
Preocupación. El obispo de la diócesis de Alajuela, monseñor Ángel San Casimiro Fernández, mostró su preocupación porque es la primera vez que un sacerdote a su cargo sufre un tipo de ataque similar.
“Desde que soy obispo es la primera vez que sucede. Lamentablemente, a veces, los sacerdotes y todo el público en general, no nos damos cuenta de que ya no es la Costa Rica de hace 15 o 20 años. En el aspecto de seguridad somos un poco descuidados. Esto nos tiene que llevar a ser un poco más precavidos porque estas cosas son circunstanciales”, expresó.
El sacerdote añadió que los curas acababan de llegar a la casa cural, luego de su jornada laboral, cuando los individuos irrumpieron por la puerta principal. “Hubo un amedrentamiento y como no tenían lo que buscaban –dinero y la caja fuerte–, se llevaron lo que había: dos computadoras, un celular y las carteras”, expresó por teléfono.
Los vecinos del Coyol repudiaron la agresión que sufrieron los sacerdotes. Entre ellos, José Manuel Calderón, quien vive a escasos 100 metros de la casa cural. Según dijo, tiene una década de vivir en esa zona y contó que hace un tiempo los ladrones trataron de cortar los candados y las cadenas de su vivienda, pero como hicieron mucho ruido él salió y los sujetos huyeron.
“Ya no se puede dormir tranquilo, ya que desde hace unos tres meses a la fecha se están metiendo violentamente a las casas sin importar que los habitantes estén dentro”, expresó.
Por su parte, Gladys Atencio, quién reside al frente de la casa cural, externó su indignación por lo sucedido. “Es increíble que ni siquiera respeten a un sacerdote. No sabemos que va a pasar con el vecindario, pero pedimos mayor presencia policial”, afirmó.
Un equipo de La Nación buscó a los curas este sábado, pero en la casa cural las puertas se encontraban cerradas y tenía las luces encendidas. Monseñor San Casimiro explicó que los curas Herrera y Varela se tomarán un tiempo porque no se encuentran bien de ánimo. Añadió que él y otro sacerdote se harán cargo de los servicios programados para este fin de semana.