Un empresario, quien fue asesinado ayer en Cinco Esquinas de Tibás, en San José, avisó días antes a la Policía Judicial que su vida estaba en peligro.
Así lo confirmó Gérald Campos, subdirector del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), quien detalló que el individuo se presentó, el miércoles, a la delegación de Ciudad Quesada de San Carlos, lugar donde vivía, y mencionó que tenía temor.
Campos dijo que el afectado no solicitó ninguna protección y se dio trámite a su queja.
El fallecido fue identificado como Jorge Jiménez Berrocal, de 56 años. Él era dueño de una finca en Tiricias de Cutris (zona norte), de un aserradero en Florencia de San Carlos y de otros negocios en San José, como una soda y un parqueo y lavacar.
Precisamente, él fue asesinado en la entrada del lavacar Quirós, propiedad suya, frente a la Clínica Clorito Picado, en Cinco Esquinas de Tibás.
Según la Fuerza Pública, dos sujetos, a bordo de una moto roja, le dispararon. El ataque ocurrió a eso de las 2:20 p. m., cuando, aparentemente, el empresario estaba por cerrar un trato de la compra de un auto.
Juan Carlos Arias, subdirector de la Fuerza Pública, informó de que la víctima falleció en el sitio a causa de entre siete y nueve balazos en el cuello, la espalda y la cabeza.
Arias comentó que en la escena estaba el carro del fallecido y sus pertenencias, por lo que se descartó un asalto.
Añadió que de inmediato se realizó un operativo de búsqueda de los sospechosos. En San Blas de Moravia, a la orilla de la vía pública, los oficiales hallaron un arma, una gorra, zapatillas y ropa.
Las autoridades indagan si los artículos tienen relación con lo sucedido.
Los agentates judiciales revisarán videos de cámaras de seguridad del centro médico y los alrededores para intentar identificar a los responsables.
También fue mucho antes. El subjefe del OIJ detalló que el miércoles no fue la primera vez que el comerciante expresó su preocupación ante los agentes.
Según dijo Campos, en los dos últimos años, Jiménez fue en unas tres ocasiones a la delegación. Supuestamente, el empresario temía sufrir represalias por un proceso judicial entre familiares, relacionado con la repartición de unas tierras. No obstante, la Policía no detalló si se investigó el asunto.
De acuerdo con el relato de conocidos de la víctima, hace dos años, unos maleantes ingresaron a una casa de Jiménez, en San José, y amordazaron a su familia.
Al parecer, los sujetos buscaban al empresario, pero él no se encontraba.
Luego de ese ataque, supuestamente, Jiménez optó por irse un tiempo del país.
El comerciante era divorciado y padre de una hija.
Además, él figura en 46 sociedades anónimas. Colaboraron Hugo Solano y Yariela Novo.