Ciudad Quesada
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Los Chiles, Alajuela, confirmó que los restos óseos hallados en febrero pasado en una montaña en Infiernillo de Cutris, San Carlos, corresponden a los del sospechoso de asesinar al ambientalista Diego Armando Saborío González.
El dato lo dieron a conocer el miércoles anterior, poco después de recibir el informe de la autopsia que se le practicó en la Sección de Patología del OIJ.
El informó judicial detalló que los restos corresponden a Miguel Pineda Chaves, de 29 años, quien era peón agrícola pero también se dedicaba a cazar especies silvestres.
Caso. Miguel Pineda adquirió relevancia el 12 de octubre del 2014, cuando de un disparo de escopeta, mató al ambientalista y estudiante de Derecho Luis Diego Saborío González, en la finca que pertenecía a su familia, en Chamorro de Cutris.
El homicidio lo perpetró Pineda porque estaba molestó debido a que el joven le prohibió cazar en la finca de 150 hectáreas, propiedad de la familia.
Saborío incluso había participado en campañas para proteger los bosques y no permitía que en la propiedad de Chamorro de Cutris, se mataran animales, sobre todo tepezcuintles y venados.
Además del crimen, Pineda fue señalado por el OIJ como la persona que, con el propósito de desaparecer evidencia y el cuerpo, le prendió fuego a la casa y a un carro de la víctima.
Sin embargo, en el sitio donde se dieron los hechos, quedó abandonada una billetera que contenía sus documentos. El sospechoso vivía a cuatro kilómetros de la vivienda de la víctima.
Luego del homicidio, Pineda desapareció. Pese a que agentes del OIJ y oficiales de la Fuerza Pública lo buscaron con gran empeño, su paradero se volvió un completo misterio.
La situación dio un giro cuando, el 8 de febrero de este año, un campesino descubrió entre las raíces de un árbol, restos humanos y, al lado, una escopeta deteriorada.
El hallazgo llevó a la Policía Judicial a recoger los huesos y trasladarlos a la Medicatura Forense para comparar el ADN (células que contienen los rasgos genéticos de una persona) con el de la madre y una hermana de Miguel Pineda.
El dictamen médico legal indicó que los restos corresponden a “un masculino de 20 a 30 años”. Pineda tenía 29 años al momento de su desaparición.
El cuerpo del fallecido medía alrededor de 1,70 metros, una estatura similar a la que tenía el supuesto autor del crimen de Luis Diego Saborío.
La Medicatura determinó que al momento en que los restos fueron hallados, la persona llevaba más de un año de fallecida.
Pineda desapareció el 12 de octubre del 2014 y desde entonces, ni su madre volvió a saber de él.
El informe agregó que la muerte del sujeto fue causada por una herida en el cráneo provocada por proyectil de un arma de fuego. No obstante, no se pudo determinar con certeza, desde el punto de vista médico-legal, si lo mataron o él, accidentalmente, accionó la carabina 30-30 encontrada muy cerca del donde estaba el cadáver.
Fin de la incertidumbre. El finquero Miguel Saborío Arias, padre de Luis Diego, dijo que aunque la muerte de ningún ser humano debería ser motivo de agrado, la noticia del fallecimiento de este hombre deparará paz y tranquilidad a toda su familia.
Agregó que se pone final así a dos años de incertidumbre, angustia y temor.
“Siempre dije que no tendría paz hasta que al sujeto no lo detuvieran. Ahora, ya podré regresar a la finca sin temor a un ataque”, agregó Miguel Saborío, quien vive en Boca Arenal de San Carlos.
EL OIJ dio por cerrado el caso que, en su momento, conmocionó a los sancarleños.