Las heridas por los balazos que recibió en la pierna el chofer de bus Gerardo Rojas Rodríguez (45 años) han ido sanando. Hace dos meses, él forcejeó con dos asaltantes que robaron el dinero de los pasajes y le dispararon.
Pero la frustración de este transportista de la zona de Cartago se mantiene, pues , según dice, por su trabajo seguirá expuesto a estas situaciones.
El caso de Rojas generó gran conmoción en la ciudadanía la semana pasada, cuando el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) publicó un video en el que se observa la lucha del conductor con los maleantes.
Las imágenes también causaron la reacción de empresarios y de otros choferes, quienes reclaman mayor protección policial ante estos ataques.
Y es que, aunque las estadísticas de asaltos a conductores en este año no están disponibles –el OIJ comunicó que debe disgregarlas del total de denuncias–, las experiencias hablan por sí solas.
El 22 de noviembre, por ejemplo, el chofer Rónald Rubí Mercado, de 60 años, fue asesinado por un asaltante mientras manejaba por Cuba Creek en Matina, Limón.
También en esa zona, en Sixaola, el 26 de julio mataron al transportista Helbert Álvarez Briceño, de 64 años, para robarle.
Los ejemplos sobran.
Datos aportados por el OIJ del periodo entre el 2008 y el 2012 muestran que en San José hubo 307 denuncias por asaltos a choferes de bus, en Limón 164 y en Heredia 115.
Pedido. Maritza Hernández, presidenta de la Cámara Nacional de Transportes, consideró queel Ministerio de Seguridad debe reforzar el programa Bus Seguro que, desde el 2005, brinda capacitación a los conductores y se coordinan acciones de protección.
“No tomarlo como una situación que de vez en cuando, sino que sea una prioridad”, expresó.
Para Hernández, “lo otro que se requiere es presencia policial en la noche en lugares conflictivos que ya están identificados. Nosotros no queremos dejar de dar el servicio, si dejamos de ingresar, la población queda desprotegida”.
Entre los puntos de mayor conflicto, la representante de los autobuseros mencionó el Valle la Estrella, en Limón; los Cuadros de Goicoechea; La Carpio, en La Uruca; los Sitios de Moravia; Tejarcillos de Alajuelita y el precario el Infiernillo, en Heredia.
Juan José Andrade, director de la Fuerza Pública, destacó que con el plan de Bus Seguro han logrado ayudar a los choferes. No obstante, señaló que es necesario que los empresarios “generen otros mecanismos que coadyuven”.
“La capacidad de la Fuerza Pública no nos permite mantener vigilancia en todas las rutas y a todas las horas. En este país se hacen unas 700.000 carreras al día y creo que me quedo corto”, detalló.
Andrade resaltó que “hay mecanismos en los que, a través de tarjetas, se debita el pasaje y se hace en muchos países. Si se saca el dinero de los buses, se meten cámaras y GPS (sistemas de posicionamiento global) que podrían también aumentar los controles”.