“¡Estoy aquí, no disparen!”, rogó el hombre oculto entre unas matas de banano, cuando fue sorprendido por tres oficiales de la Fuerza Pública, en una zona montañosa entre Bribrí y Sixaola (Talamanca).
Habían pasado solo 30 minutos desde que los agentes del Ministerio de Seguridad y del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) reanudaron el domingo la búsqueda del fugitivo Florentino Elizondo Ríos, de 40 años, a quien se le atribuyen dos crímenes ocurridos el martes anterior en Paraíso de Sixaola.
A las 6:30 a. m., con ayuda del perro Bratt, los experimentados oficiales Jim López, Jorge Jiménez y Maikel Hidalgo descubrieron al sospechoso.
Al verse acorralado, el individuo se entregó, según recordaron ayer estos funcionarios.
“El día anterior (sábado) se hizo un sobrevuelo por la zona y se divisaron varios puntos donde podía hallarse esta persona; luego, tales sitios se inspeccionaron por vía terrestre”, detalló López.
Su compañero Jiménez añadió: “Él se entregó, se le redujo a la impotencia y lo pusimos a las órdenes del Ministerio Público”.
“Fue un momento de adrenalina, porque no estábamos detrás de cualquier persona, sino de un criminal buscado por varios delitos”, dijo por su parte Hidalgo.
Las muertes que se le atribuyen a Elizondo son las de José Luis Torres Torres, de 21 años, y José García García, de 23, cuyos cuerpos aparecieron el jueves en Rancho Grande de Paraíso.
El sospechoso ya había sido condenado en 1992 por otro homicidio. Además, se le vincula con dos desapariciones de finqueros de Pococí.
Ayer, el Juzgado Penal de Bribrí le dictó seis meses de prisión preventiva.
Otros dos sujetos, de apellidos Castellón y Gómez (ambos de 18 años) están vinculados a los homicidios en Paraíso y también guardan prisión como medida cautelar.
Operación. Ayer, el ministro de Seguridad, Celso Gamboa, informó a la prensa de que, en total, 105 miembros del Ministerio de Seguridad Pública (MSP) participaron en el operativo.
Además de oficiales de la Fuerza Pública, hubo agentes del Servicio de Vigilancia Aérea (SVA), Guardacostas, la Unidad Especial de Apoyo (UEA) y la Unidad Especial de Intervención (UEI).
Gamboa indicó que hubo una “destacada participación de la Unidad Canina que logra dar con el rastro del sujeto”. Con ello, hizo alusión al trabajo del perro Bratt, de raza bloodhound (san Huberto, una raza de sabueso) y cuatro años de edad, el cual es parte de la Policía desde hace seis meses. Precisó además que el operativo tuvo un costo cercano a ¢16 millones.
El funcionario añadió que se mantiene el patrullaje en la zona con el fin de localizar un plantío de marihuana que, supuestamente, pudo haber causado una disputa que llevó a los crímenes, mas de momento, no hay evidencia clara.