Redacción
"En la madrugada mientras nosotros dormíamos, los delincuentes ingresaron a nuestra habitación y nos robaron las cosas", así relata Édgar Vega Sánchez, lo que él y su familia vivieron este fin de semana en las instalaciones del Hotel Riu Palace en Guanacaste.
Un grupo 24 personas entre familiares y amigos, se fueron a vacacionar al Hotel Riu Palace en playa Potrero, en Sardinal, pero en dos de las habitaciones del hotel se dieron hurtos mientras los ocupantes estaban descansando el pasado viernes 23 de octubre.
En el caso de Vega, él se encontraba con su esposa y su hermana menor en la habitación. Mientras dormían, los ladrones sustrajeron celulares, billeteras, gorras, relojes, ropa, maletines, perfumes y dinero en efectivo. Según indicó, a Vega le robaron ¢150.000 en efectivo, pero no pudo precisar cuánto dinero perdió su esposa y el valor total de los bienes sustraídos.
Ellos se percataron de todo lo robado hasta la mañana del sábado, cuando despertaron.
El Organismo de Investigación Judicial le indicó al afectado que el modo de operar de este tipo de delincuentes se basa en abrir las puertas de los balcones, con la ropa mojada que los turistas dejan secando en la baranda, para evitar dejar huellas en el lugar.
El domingo pasado, Roberto Echeverría, abogado del Hotel Riu, indicó que la empresa estaba haciendo la investigación respectiva, pero señaló que los huéspedes dejaron las puertas de los balcones abiertas.
"Aparentemente los huéspedes dejaron sin seguro las puertas de los balcones y una persona logró ingresar a la habitación y se llevó lo que no estaba en la caja de seguridad, no sabemos si fue una persona externa o un huésped", indicó Echeverría.
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Sin embargo, Édgar Vega sostuvo que ellos no dejaron abierta la puerta del balcón de la habitación, solamente no colocaron el seguro de la misma, pues confiaban en la seguridad que brinda el hotel.
"A nosotros no nos ofrecieron ningún tipo de ayuda, nos dejaron solos. La única respuesta que obtuvimos de la directora del hotel fue: 'Nosotros no podemos hacer nada en este momento'. La actitud del hotel fue bastante grosera y no movieron un dedo por ayudarnos", añadió Vega, quien es empleado bancario.
A los afectados se les entregaron dos direcciones de correo electrónico para que enviaran su caso para que el hotel lo estudiara.
Con respecto a las medidas de seguridad del hotel, Vega asegura que escuchó a los personeros del lugar decirle al OIJ que no había cámaras de seguridad en esa zona del hotel, por lo cual no podían aportar más evidencia para la investigación.
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"La vida de nosotros estuvo expuesta, porque si en algún momento alguno se hubiera despertado nadie quita de que nos hubieran matado y la respuesta del hotel habría sido la misma", reclamó Vega.
El abogado del Hotel, Roberto Echeverría, explicó que se le va a ofrecer estadía gratis en el hotel a los afectados por el mal rato sufrido.
Echeverría explicó que el Hotel ha tratado de dar todas las facilidades posibles para que se avance en la investigación y que cuentan con todos los dispositivos necesarios para asegurar la seguridad de sus huéspedes.
En julio del 2014 se presentó una situación muy similar en el Hotel Barceló, en playa Tambor (Puntarenas), donde a cerca de 30 huéspedes les quitaron celulares, cámaras fotográficas, dinero en efectivo, tabletas y joyas; todo, valorado en ¢8 millones.