Puerto Jiménez, Golfito. “En cada rapto, en cada asesinato, en cada desaparición, como la de Yerelyn, es vivir de nuevo lo que como madre a uno le pasó, que le estén echando en cara, siempre le reprochan, la gente me culpa, dicen que estuve involucrada en la muerte de mi hija, para recibir plata y eso duele y me lo han dicho en mi cara, duele bastante...”.
Olga Juárez Villalobos, madre de Katia Vanessa González Juárez, una niña de ocho años, quien tras permanecer cinco días desaparecida, fue hallada asesinada el 10 de julio del 2003, en Quesada Durán, San José, manifestó que aunque hace 11 años de lo sucedido, todos los días recuerda lo que le ocurrió a su hija.
“Uno piensa en ella, vive por ella, aunque ya no está. Tengo todas las cosas de Katia, la ropa, las sandalias, con que fue desenterrada, todo en un baúl, con todos los periódicos”, manifestó.
Esta mujer, quien vive en Bambú de Puerto Jiménez de Golfito, dijo que el asesinato la hizo cambiar, pues antes pensaba en el futuro y ahora vive el presente.
“Cuando tenía a Katia a mi lado, le hicimos la fiesta de ocho años y pasaron los meses y pensaba en sus 15, en como ir recogiendo plata para el colegio y en mi otra hija, en verlas adolescentes. Uno piensa en muchas cosas del futuro, pero cuando estas cosas pasan, usted empieza a pensar en el hoy, pues no sabe lo que sucederá en 10 minutos”, expresó Juárez.
Falsas promesas. Olga Juárez dijo que en aquel momento, el gobierno de Abel Pacheco (2002-2006) le ofreció un bono de vivienda, una beca para estudiar, pero nunca le dieron nada.
“Los gobernantes se aprovechan de las madres que están dolidas para ir y poner su linda carita y decir les vamos a ayudar, pero pasa un mes, seis meses y se olvidan de esa madre dolida. ¿Para qué prometen esas cosas?”, dijo.
Juárez, quien vive junto a su otra hija de 14 años en una casa de madera, manifestó que durante muchos años se sintió culpable por la muerte de su hija.
“Fue hasta que en un sueño ella me habló, no sé si será cierto o no, pero ella me habló y me dijo: ‘Mami esté tranquila. Yo estoy bien donde estoy. Usted hizo todo lo posible por mí, hizo todo lo que pudo, ahora hágalo por mi hermana’”, contó Olga Juárez.
Esta mujer, quien labora como miscelánea en el Banco Nacional en Puerto Jiménez, dijo que el 10 de julio se convirtió en una fecha de sentimientos encontrados, pues ese día es su cumpleaños y fue cuando apareció el cuerpo de Katia Vanessa.
“Es un día duro, bueno el mes es duro. Ella desaparece el 4 de julio, cinco días sin saber de ella y el 9 le pedí a Dios que yo cumplía años, que por favor me regalara a Katia por segunda vez, sea viva o muerta, y al día siguiente encontraron el cuerpo”, expresó.