Dos hombres encapuchados protagonizaron una balacera en el Centro de Atención Integral en Salud (CAIS) de Siquirres, Limón, la madrugada de este jueves.
Según testigos, los sujetos llegaron con el objetivo de ultimar a dos hombres que habían participado en un tiroteo pasada la medianoche en el sector del puente negro, y que ingresaron a la clínica en busca de asistencia médica.
La directora del centro médico, Tania Ching Chang, dijo que el personal y usuarios lograron resguardarse durante el tiroteo, por lo que nadie resultó herido. La balacera ocurrió poco antes de las 3 a. m. en el área de Emergencias.
Tras los disparos dentro del CAIS, los gatilleros encapuchados dispararon en cinco ocasiones más contra una patrulla que hacía ronda cerca del centro de salud. En ella viajaban dos oficiales que resultaron ilesos.
Las autoridades locales confirmaron que dos hombres que estaban en el CAIS habían sido heridos con un arma AK-47 por parte de un grupo armado de Siquirres, conocido como Los Pepos. Ese suceso se registró cerca del puente ferroviario o puente negro, ubicado en el centro de ese cantón, cerca del campo ferial.
Walter Espinoza, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), confirmó que ninguno de los sujetos que llegaron al CAIS con heridas de AK-47 recibieron impactos adicionales en el centro médico.
Disparos por todas partes
"Ya hemos procesado los sitios, levantamos 15 indicios de AK-47 en el puente y al menos 30 de AK y de arma calibre 9 milímetros en el salón de Emergencias del centro médico", dijo Espinoza.
Añadió que la acción delictiva revela el uso de un arma de fuego ilegal, ya que el fusil AK-47 está prohibido para particulares en nuestro país. Según precisó, los responsables del ataque escaparon del lugar cuando llegó la Fuerza Pública.
Al momento de los disparos había unas 15 personas dentro del local y las balas impactaron en puertas, paredes, techo y ventanas. Los guardas de seguridad del inmueble no pudieron responderle a los agresores, porque no portan armas de fuego.
Según Tania Ching, es la primera vez que ese CAIS viven una emergencia de ese tipo y, aunque el protocolo que siguieron los funcionarios fue muy bueno, pedirán ayuda a personal del Hospital Tony Facio, que ha tenido varias casos similares.
Detalló que a la hora de los disparos había dos médicos. Uno de ellos atendió la seguridad de los pacientes y demás funcionarios administrativos, mientras que el otro, que atendía a uno de los baleados en la sala de shock, se encargó de su custodia.
A ese hombre, de apellido Wilson, lo trasladaron posteriormente al Hospital Tony Facio.
La directora del centro médico agregó que desde este mismo jueves envió una solicitud de criterio técnico para evaluar la seguridad del inmueble a las autoridades de la Caja Costarricense del Seguro Social.
Además, sobre el hecho de que los policías del CAIS de Siquirres no usen armas de fuego, explicó que así lo dispone el Ministerio de Seguridad Pública, cuando se trata de contrataciones a terceros.
Por cada turno laboran tres guardas que cubren las principales entradas y uno de ellos vigila el ingreso a Emergencias.
"Nosotros tenemos un plan de emergencias y desastres que contempla materia de seguridad. Por ejemplo, cuando tenemos llamados por amenaza de bomba, activamos todo el protocolo. Así se hizo la madrugada de este jueves y consiste en llamar al 9-1-1 y a la Fuerza Pública, asegurar luego la escena y posteriormente dar egreso a los pacientes", declaró Ching.
Mientras tanto, León Hernández, vecino de Siquirres y usuario del CAIS, llamó a reforzar la seguridad. "De alguna forma nos deben proteger. Lo que se dio es algo inesperado y que se puede volver a dar, por eso deberían reforzar la seguridad de alguna forma" expresó.
Igual criterio sostuvo Zeidy Granados, asegurada y vecina de San Isidro de Siquirres, quien indicó que aunque se tiene guardas privados en el CAIS, ellos solo usan gas pimienta y con esas armas no pueden hacer nada.
Casos similares en Limón, dejaron víctimas mortales
El 10 de mayo del 2007, tres hombres armados burlaron la seguridad del Hospital Tony Facio, llegaron hasta la sala de cirugía de hombres y mataron de cuatro balazos a Orlando Clark Hines, de 27 años, quien permanecía internado en ese centro médico.
Los dos guardas de la puerta principal fueron reducidos a la impotencia y nada pudieron hacer para impedir el asesinato de Clark, conocido como Toro, pues no usaban armas de fuego.
Clark era investigado por diversos delitos, entre ellos dos homicidios, asaltos, agresiones y tráfico de drogas.
El paciente recibió dos impactos en la espalda desde muy corta distancia, afirmó en esa ocasión Daver Vidal Romero, director del hospital. En ese sitio se encontraban laborando cuatro personas.
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En un caso similar, un tiroteo dentro de una clínica privada en Limón dejó dos personas fallecidas.
Los hechos ocurrieron el 21 de julio del 2016 y quedaron sin vida un hombre que al parecer llegó a asaltar el local, de apellido Davies, y una cliente identificada como Julieta Patricia Sawyers Robert, educadora pensionada, de 60 años.
El intento de asalto ocurrió cuando llegaron dos individuos a bordo de una motocicleta, uno se bajó armado y el otro lo esperaba afuera.
Un oficial de la Fuerza Pública, identificado como Ronny Carballo León, quien estaba en su día libre, y que iba entrando al local cuando llegaron los asaltantes, resultó herido de bala.
Un fuego cruzado entre los asaltantes y el custodio de un paciente que era atendido en la clínica, terminó con dos muertos y un herido en la escena.
El cómplice del asaltante fallecido escapó del sitio.
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Colaboró en esta información el periodista Carlos Arguedas.