En cuatro minutos, dos falsos mensajeros que llegaron en una motocicleta robaron ¢10 millones de la estación de servicio Coopetaxi, ubicada en San Juan de Tibás.
El atraco se produjo ayer a las 8 a. m. y aunque algunos taxistas que estaban en la gasolinera trataron de perseguir a los ladrones, perdieron el rastro de los sujetos a unos 300 metros de la bomba.
Pese a que la Fuerza Pública también realizó una búsqueda en sectores aledaños al centro de San Juan de Tibás, tampoco pudo dar con los hampones.
Una funcionaria de la gasolinera, quien pidió que su nombre no se divulgara, dijo que al revisar el video de seguridad se observa cómo a las 7:59 a. m. ingresan dos individuos en una motocicleta y se estacionan cerca de las oficinas administrativas.
Uno de ellos llevaba una camisa de una reconocida empresa de mensajería y entró a las oficinas a las 8 a. m., precisamente a la hora de apertura. En ese local se atiende a proveedores de la estación de servicio y a los taxistas.
Según la testigo, en ese momento el falso mensajero sacó un arma de fuego y exigió a las tres funcionarias que le entregaran el dinero.
El individuo, quien nunca se quitó el casco que cubría su cabeza, obligó a una de las empleadas a abrir la caja fuerte y se apoderó de los ¢10 millones que estaban listos para ser recogidos por un camión remesero, el cual pasaría antes de las 9 a. m.
Los asaltantes salieron a las 8:03 a. m., de acuerdo con lo que registró el video, y siguieron con rumbo hacia el centro de San José.
Quienes vieron las imágenes describen a los hombres como jóvenes, quienes llegaron muy bien vestidos y utilizaron una motocicleta de color oscuro no precisado y de poco cilindraje.
Otro golpe. Paralelamente, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó de que entre la noche del domingo y el amanecer del lunes se produjo otro robo en la estación de servicio El Ranchito, ubicada en Curridabat.
Según la información de la Policía, los ladrones ingresaron a las oficinas administrativas luego de quitar unas láminas del techo.
Los individuos llegaron hasta donde estaba la caja fuerte, la cual abrieron y se apoderaron de ¢16 millones en efectivo.
Este hecho fue descubierto ayer lunes a las 7 a. m., cuando ingresó el personal administrativo y notó el desorden en las instalaciones.
El dinero, producto de las ventas realizadas entre el sábado y el domingo, sería depositado ayer en la mañana en un banco.
Agentes del OIJ llegaron al lugar para tratar de recoger huellas dactilares o alguna otra evidencia para identificar a los ladrones.