Tres tiroteos ocurridos entre las 7:45 p. m. y la medianoche del viernes cobraron igual número de vidas.
El primer suceso ocurrió en una panadería de la ciudadela La Carpio, en La Uruca, cerca de la cuarta parada de buses. Ahí, motorizados la emprendieron a balazos contra Jonatan Antonio Mairena Manzanares, de 23 años, quien resultó con heridas de bala en la cabeza.
De acuerdo con el director regional de la Fuerza Pública en San José, Erick Calderón, al llegar al sitio ya unos lugareños habían trasladado al herido en un carro particular hasta el Hospital México, que está a unos cuatro kilómetros, donde perdió la vida poco después.
Indicó que Mairena estaba cerca de la panadería, en la que intentó guarecerse al ver que lo seguían dos sujetos, pero fue baleado y uno de los proyectiles también alcanzó en la pierna derecha a una mujer que estaba en ese local y no tenía relación con el tiroteo.
La Fuerza Pública custodió la escena, ya que quedaron varios casquillos de arma de fuego que posteriormente recogieron los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), quienes se hicieron cargo de la investigación.
Calderón afirmó que Mairena tenía antecedentes por homicidio y por robo de vehículos. El hombre había descontado una prisión preventiva en el 2014.
Emboscada en precario
Otro hecho de sangre ocurrido en un precario de La Valencia, en San Rafael Abajo de Desamparados. A las 9:36 p. m., un hombre de 34 años con antecedentes policiales por venta de drogas fue ultimado en la puerta de su casa.
Calderón explicó que, al parecer, le prepararon una emboscada, ya que el individuo, identificado como Óscar Antonio Barrantes Pasos, apenas había caminado pocos metros cuando recibió una ráfaga de disparos.
Cerca de la escena, un vehículo esperaba a los gatilleros que escaparon.
La Cruz Roja fue alertada por familiares del herido y minutos después lo trasladaron grave al Hospital San Juan de Dios, donde falleció.
Barrantes presentaba al menos dos impactos en la cabeza, los cuales le causaron la muerte en el centro médico.
Los agentes del OIJ levantaron el cuerpo en hospital la mañana de este sábado y lo trasladaron a la Medicatura Forense.
Frente a la casa de la víctima la Policía recogió varios indicios balísticos.
Quedó sin vida en la línea del tren
El tercer homicidio registrado la noche del viernes tuvo lugar en La Rita de Pococí, donde fue asesinado con arma de fuego Juan Esteban Flores Herrera, de 22 años.
Agentes del OIJ de Guápiles investigan si esa muerte tuvo que ver con el asesinato del taxista informal Randy Cortés, de 25 años, baleado dentro de su vehículo el domingo pasado.
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La muerte de Flores se presentó luego de un tiroteo contra su casa en barrio Los Cholos, en la Rita de Pococí, a eso de las 10 p. m.
Flores habría intentado escapar a las balas y corrió unos 40 metros, pero fue alcanzado por los asesinos que le dispararon cuando iba sobre la línea del ferrocarril, donde quedó en medio de dos durmientes que pasan sobre una acequia.
Algunos vecinos dijeron a la Policía que escucharon una fuerte balacera.
Varias personas que regresaban a sus casas después de departir en una fiesta divisaron el cuerpo que colgaba sobre el puente de una quebrada y alertaron a las autoridades.
Kenneth Davis, socorrista de la Cruz Roja de Guápiles, explicó que tuvieron que caminar 200 metros sobre la línea del ferrocarril para llegar donde estaba el cuerpo.
Añadó que presentaba heridas por arma de fuego en la cabeza y se dejó la zona en custodia de oficiales de la Fuerza Pública de Pococí.
Agentes del OIJ de Guápiles levantaron el cuerpo poco antes de la medianoche.