Un veterano oficial del OIJ, quien en varias oportunidades contactó con Alexánder Vargas Rojas para interrogatorios, dijo que se trata de una persona educada, culta, elegante y de gran facilidad de palabra.Eso le permitía ganarse rápidamente la simpatía de la gente y su total confianza. Gustaba vestir lujosas prendas y estar a la moda. "Andaba bien presentado y gastaba mucho dinero comprando la mejor ropa del momento".
María Cristina Céspedes, vecina del barrio La Pastora, de La Puebla de Heredia, en donde Alexander vivió durante varios años cuando era soltero, lo recordó como un muchacho sin vicios y muy colaborador con el resto de la gente.
Su padre, Ilso Vargas Zárate, narró que Alexander estudió contabilidad en el colegio Vocacional de San Joaquín de Flores en el que también aprendió computación.
Además en los últimos años aprendió inglés, lo que le ampliaba el número de sus amistades.
De 26 años de edad, se casó hace dos años con Fresia Barboza con quien procreó un hijo de año y medio de edad.
La mujer está incomunicada en las celdas judiciales desde ayer por supuesto favorecimiento en el triple homicidio y robo cometido, al paracer, por Alexánder y Olman Salas Villegas. Este último fue arrestado anoche.
Alexánder era del tipo de personas con quien es posible intercambiar impresiones sobre temas de la realidad nacional, política, economía o cultura. "Era educado y sabía hablar de muchos temas" reveló el oficial mencionado.
Su deseo de transmitir la imagen de un hombre culto y respetable, al día con la moda y los cambios sociales, lo llevó a comprar lentes de contacto de distintos colores, al tiempo que llevaba una vida suntuosa que no calzaba con el salario que recibía como cajero de una sucursal del BCR.
Vivía lujosamente y gastaba dinero a manos llenas, sobre todo en centros nocturnos donde se hacía acompañar de hermosas mujeres.
Paradójicamente, este mismo hombre estuvo visitando durante varios meses, en compañía de su padre, la iglesia cristiana Asambleas de Dios, ubicada en el centro de la ciudad de Heredia. Dos feligresas que lo conocieran en este sitio, y que prefirieron no dar sus nombres, lo describieron como una persona amable y espiritual.
Su facilidad de palabra y su disposición a colaborar con la gente, especialmente funcionarios judiciales a quienes ofrecía agilizar sus depósitos "para que no hicieran largas filas", le permitieron apoderarse de fuertes sumas de dinero.
"Se llevó a muchos funcionarios del Poder Judicial entre las patas", comentó el investigador.
Entre los afectados figura una juez de instrucción, cuya identidad no fue posible conocer, quien le entregó a Vargas Rojas un título valor por ¢2 millones confiada en que lo depositaría en su cuenta.
Pero eso no sucedió. Vargas Rojas se apoderó del documento y allí empezaron sus problemas en el BCR.
Cuando funcionarios de seguridad del BCR lo interrogaron sobre esa irregularidad, Vargas negó los cargos y dejó entrever que la juez de instrucción mentía para afectar al Banco.
Vargas solo aceptó haber incurrido en el ilícito al ser interrogado por agentes del OIJ, cuando se mostró docil y nervioso.
Hasta la fecha Vargas también registra una condena de un año y seis meses de prisión, por uso de documento falso con ocasión de estafa, impuesta por el Tribunal Superior Penal de Heredia el 18 de abril de 1994 en la cual se le otorgó la ejecución condicional de la pena por un período de cinco años.
Además registra seis denuncias por el mismo delito que se tramitan en el Juzgado Segundo de Instrucción de San José.
"Sí, mi hijo es inteligente, pero cuando tuvo que hacerle frente a la vida con honestidad se derrumbó", expresó ayer su padre.
Acumulando evidencias
Hasta ayer, las principales pruebas que poseía el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) contra los sospechosos del triple crimen son las siguientes:
Dos pistolas calibre 6,35 halladas en un bolso decomisado a Fresia Barboza, la esposa de Alexánder Vargas Rojas, en su casa. El laboratorio de balística del OIJ trata de determinar si fue con la cacha de estas armas con que fue golpeado Carlos Alberto Vargas.
El reconocimiento que hicieron los niños Esteban Vargas Quirós y Pablo Vargas Quirós de las fotos de los dos sospechosos.
Padre de Alexander
¡No maten a mi hijo!
Don Ilso Vargas Zárate, padre de Alexánder Vargas Rojas, pidió ayer a la policía no matar a su hijo cuando se produzca su captura.
"No le disparen, traten de hablar con él", expresó ayer el acongojado padre a quien La Nación localizó en la casa de Alexánder situada en los alrededores del hospital San Vicente de Paul de la ciudad de Heredia.
Don Ilso le prestó la vivienda a Alexánder hace un año cuando éste perdió el trabajo en el Banco de Costa Rica. Don Ilso vive solo en una casa contigua pues hace seis años se separó de su esposa, María Arcelia Rojas Rojas, con la que procreó cinco hijos más.
Se le notaba agobiado y triste. Hubo momentos de la conversación en que estuvo a punto de llorar. Pero en otros se mantuvo firme y recordó algunos buenos momentos con su hijo.
Este es un extracto de la entrevista efectuada ayer a las 10 a.m.:
- ¿Cuando vio a su hijo por última vez?
- Yo lo vi por última vez la noche del miércoles. Estaba tranquilo. Nunca pude imaginar que luego fuera a cometer algo tan horrible.
-¿Era un muchacho de conducta difícil?
- Alexánder se me fue de las manos. Le di cariño e hice lo imposible para que nada le faltara, pero cuando él tuvo que enfrentar la vida en serio y con honestidad, no sucedió lo que yo esperaba. Era un muchacho inteligente pero se fue derrumbando poco a poco.
-¿Cree usted que el haber perdido su trabajo en el Banco de Costa Rica lo afectó?
-No cabe duda. Ese trabajo era su gran orgullo, pero cuando lo despidieron se llenó de frustración. Se le veía resentido con su jefe, ese muchacho al que ahora dicen que mató. Mi hijo hablaba poco de eso.
-¿Cree usted que el hecho que usted y su esposa se separaron lo afectó?
-Creo que sí. Fue una situación muy dolorosa. No solamente sufrió él, sino el resto de sus cinco hermanos que ahora viven con su madre.
-¿Cree usted que su hijo va a seguir huyendo de la justicia?
-No le puedo decir qué va a pasar. Estoy clamando al Señor para que no lo maten. Yo le pido a la policía que a la hora de detenerlo, hablen con él y que, por favor, no le disparen".
-¿Tiene algún mensaje especial para su hijo?
-Le pido que se entregue porque tiene que pagar el mal que hizo. Además deseo pedirle perdón a los familiares de las tres personas muertas. Yo también vivo el luto que ellos están viviendo. Sinceramente les pido perdón por lo que hizo Alexánder.
Dos facturas de una armería de San José, fechadas el 22 de noviembre, o sea el mismo día del homicidio, por la compra de las consabidas armas, que estaban también en poder de Barboza.