Escuchar:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/MSWZTTKWEZF2PDJQYMOVBWEXXE.jpg)
El OIJ no descarta una venganza como posible móvil, ya que al taxista informal no le robaron nada. (Carlos Hernández)
El taxista informal Carlos Gerardo Herrera Espinoza, de 30 años, estaba a poco de cerrar la puerta de entrada a su casa para irse a dormir, cuando inesperadamente en el corredor aparecieron dos sujetos armados que le dispararon a corta distancia hasta causarle la muerte.
El homicidio se produjo alrededor de la medianoche del miércoles, 30 metros al sur del supermercado La Esperanza, en barrio San Martín de Ciudad Quesada, San Carlos.
Herrera registraba antecedentes por venta de drogas, delito por el que en el 2014 cumplió una condena de dos años.
Una versión preliminar que maneja la delegación regional del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) indica que los autores de los disparos llegaron caminando y, una vez consumado el delito, habrían escapado en un auto negro que los esperaba unos metros abajo.
La Policía Judicial informó de que en el momento de los disparos llovía intensamente, factor natural que habría facilitado la huida de los gatilleros que los investigadores intentan identificar.
Posible venganza
Yanorie Ugalde, jefa regional del OIJ, dijo que la venganza es el más probable móvil del asesinato del taxista.
"Da la impresión de que lo mandaron a matar. Lo que sí tenemos claro es que el robo no fue el móvil, toda vez que de la casa no se llevaron nada", agregó Ugalde.
La mañana de este jueves los agentes judiciales inspeccionaron minuciosamente la vivienda del ejecutado en busca de nuevas evidencias.
También levantaron casquillos que serán analizados en el laboratorio forense.
Debido a nuevas directrices, ni siquiera los investigadores que levantaron el cadáver pudieron enterarse del número de disparos que impactaron a Herrera.
Inquietud por sicarios
Este año en Ciudad Quesada cuatro personas han sido asesinadas en lo que parecen ser actos de sicariato.
Uno de los casos más recientes sucedió en agosto pasado en barrio La Cruz, donde a quemarropa ultimaron a un hombre de apellido Tijerino cuando se dirigía a su casa.
Los autores del delito no han sido identificados.
"Ojalá estos hechos no se repitan como ocurre en la capital y Limón", dijo el transportista Eduardo Hurtado, quien urgió a los cuerpos policiales a redoblar esfuerzos para frenar eventuales incidentes de violencia.
