Alejandro Siles, oficial de la Fuerza Pública, detuvo la noche de este miércoles a dos hombres que intentaron asaltarlo mientras conversaba con un vecino frente a su casa en el centro de Desamparados.
Siles se encontraba en su día libre, sentado en el borde de la acera, cuando a eso de las 10:30 p.m. un sujeto llegó por la espalda con arma de fuego y los amenazó.
"Yo escuché que el tipo martilló el revólver y nos apuntó hacia la cabeza. El hombre no vio que yo tenía mi arma personal en el regazo y no se cómo me puse de pie y lo encañoné también".
Siles le gritó: ¡Soy policía, baje el arma!.
El asaltante empredió la huida, por lo que Siles activó el arma para amedrentarlo. Al seguirlo, vio que procuraba subirse en un Hyundai blanco que lo esperaba, pero no pudo abrir la puerta. Siguió corriendo y Siles lo vió lanzar el arma de fuego y seguir hasta que se resbaló. Fue ahí cuando lo capturó y lo trajo de regreso.
Al oir los disparos, mucha gente salió. De pronto Siles vio a un sujeto en un carro blanco que se acercó por una esquina y preguntó qué pasaba.
Al ver el carro, el policía reconoció al chofer. Preguntó al conductor quién era, a lo que este respondió que era un pirata. Siles le dijo: soy policía, bájese. El taxista informal intentó huir, pero el oficial metió la mano por la ventana del acompañante y le quitó las llaves al carro.
Para entonces habían transcurrido cinco minutos y llegaron las patrullas de Desamparados en apoyo al oficial, así como agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Al investigar el carro, vieron que tenía tapados con cinta blanca el primero y el último dígito de la placa. Según la Fuerza Pública, un carro similar era descrito por víctimas de asaltos recientes en la zona.
El oficial volvió al sitio donde el asaltante había tirado el arma y la decomisó. Se trata de un revólver calibre 38.
Los detenidos son de apellidos Villaplana y Dixon. Este último, de 49 años, fue quien los intimidó con arma de fuego y al investigarlo se supo que salió de la cárcel hace tres días por una resolución del Juzgado de Ejecución de la Pena de Cartago.
Descontaba una pena de 20 años por robo agravado y otros delitos.
El oficial tiene 33 años y unos 15 de trabajar para el Ministerio de Seguridad Pública.
Vía telefónica dijo que lo que se le vino a la mente al momento del asalto fue que, más allá de lo que pudieran robarle, era importante sacar de la calle a personas que asaltan.
Agregó que su formación policial, la capacidad de controlar las emociones y la pericia fueron determinantes para actuar contra los delincuentes. Sin embago, pidió a la ciudadanía no ofrecer resistencia en caso de asalto.
El caso fue tramitado por flagrancia, ya que el oficial nunca perdió de vista al asaltante y en la escena se recuperó el arma usada en el delito.