Upala
La única sobreviviente de la masacre de Liberia es una menor de 14 años, prima de la fallecida Stephanie Hernández García, quien se la había llevado a vacacionar.
Las dos jóvenes fueron criadas por sus abuelos, Francisco Hernández Martínez y Alba Pérez García, en Jomusa de Upala, cerca de la frontera con Nicaragua.
Según relató el abuelo de ambas, la menor andaba paseando en Liberia porque quería saber cómo era vivir en un apartamento y cómo era la vida de los estudiantes lejos de su pueblo. Además aprovechaba para estudiar con su prima.
La adolescente planeaba regresar a Upala hoy viernes, para celebrarle el cumpleaños de su abuela, el 25 de enero.
Ella es estudiante en el Colegio de San José de Upala y es la mayor de cinco hermanos. Lleva unos cinco años de vivir con sus abuelos.
A punto de graduarse
En relación con Stephanie Hernández, una de las cinco personas degolladas, sus abuelos dijeron que estudiaba Educación y tenía cuatro años de vivir en Liberia, donde esperaba graduarse en un par de meses.
Añadió que pudo sacar sus estudios con la ayuda de becas, ya que ellos son de escasos recursos económicos.
Hernández era la mayor de cuatro hermanos y llevaba siete años de noviazgo con Joseph Briones, otro de los fallecidos.
El abuelo contó que entre los dos jóvenes pagaban el alquiler del apartamento donde vivían.
La noticia sobre lo ocurrido la recibió ayer en la mañana, cuando estaba trabajando en el frijolar y lo llamó la Policía para explicarle que una nieta había muerto y la otra estaba viva.
Vecinos solidarios
Pedro Meléndez, vecino de Jomusa, dijo que al conocer del deceso de los jóvenes upaleños, se organizó un grupo de unas 30 personas para ayudar a las familias dolientes.
En el patio de los Hernández empezaron a colocar un armazón y manteados para la vela de Stephanie; de su novio, Joseph, y de Dayana Martínez, otra víctima que también es del lugar.
De igual manera, recogieron dinero para construir las fosas en el cementerio local, donde esperan sepultar los cuerpos de los tres universitarios el fin de semana, mientras rezan por la recuperación de la menor.