Pistolero a pie acribilla a taxista pirata estacionado

El homicidio ocurrió cerca de las 7:50 a. m. en las inmediaciones de la antigua delegación de la Fuerza Pública de Pozos de Santa Ana, a escasos 50 metros del río Corrogres.

La víctima fue identificada como José Antonio Villalobos Delgado, alias Pollo, de 27 años. El hombre fue acribillado a pocos metros del lugar donde se estacionaba todos los días a esperar a sus clientes.

Según las autoridades judiciales, el homicida se acercó a Villalobos, quien estaba dentro del automóvil, un Nissan Sentra antiguo de color negro, y sin mediar palabra, le disparó.

Luego, el sospechoso caminó aproximadamente 100 metros hacia la autopista a Caldera y huyó a bordo de una motocicleta que lo esperaba.

De acuerdo con la versión de varios vecinos, se escucharon unos cuatro disparos y, acto seguido, vieron a un hombre vestido con ropa oscura, quien caminaba a paso apresurado y con un arma de fuego en la mano.

“Iba apuntando con la pistola para todo lado, seguro por aquello de que se encontrara con la Policía”, narró una mujer, quien pidió proteger su identidad.

Al cierre de edición, las autoridades desconocían las características de la motocicleta en que huyó el homicida.

El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó de que la víctima presentaba seis heridas de arma de fuego en varias partes del cuerpo, entre ellas, en el pecho. Además, agregó que había sido investigado por robo agravado y amenazas.

Cuando se disponga de los resultados de la autopsia –que se hará en el Complejo de Ciencias Forenses, en San Joaquín de Flores, Heredia– se sabrá cuántos de los impactos de bala fueron de entrada y de salida.

Consternados. Manuel Villalobos, tío de la víctima, manifestó que el hombre se dedicaba a trabajar como taxista informal hace más de ocho años.

“Le ayudaba mucho a la mamá. No sabemos qué pudo haber pasado”, aseveró el tío.

El fallecido era vecino del sector conocido como calle La Cubilla, en Pozos de Santa Ana, y padre de dos menores.

Roxiris Vargas, amiga del ahora occiso , lo describió como una persona leal, servicial y muy dedicado a su familia.

“Era de carácter fuerte. Es muy doloroso porque deja a dos niños pequeños y a la esposa”, expresó Vargas.

Al momento del ataque, el hombre estaba solo en su vehículo. Varios familiares se hicieron presentes a la escena del crimen, mientras los agentes judiciales efectuaban el levantamiento.

Otras víctimas. Vecinos de la zona que prefirieron no dar su identidad, dijeron sentir temor por los actos de violencia ocurridos en los últimos meses en el cantón.

Uno de los casos hechos se dio la madrugada del 3 de mayo, cuando un individuo disparó contra el joven José Pablo Solano Solís, de 22 años, porque este le pidió correr el vehículo para poder pasar con el suyo.

El ataque ocurrió en el sector de Lindora, en Santa Ana.